VALÈNCIA. Al Levante le crecen los enanos. Las lesiones están siendo uno de los dolores de cabeza de la temporada en Orriols -ya van 36 en lo que va de curso- y las nuevas caídas de Cáceres y Mustafi trastocan ahora los planes de Alessio de cara al encuentro del Barça. Con la reciente recuperación de Duarte, que empezó este lunes a entrenar de manera parcial en el proceso de recuperación de su lesión de rodilla, es probable que el italiano se vea abocado a alinear a los tres únicos zagueros que, por ahora, le quedan completamente sanos en nómina: Sergio Postigo, Róber Pier y Rubén Vezo.

Precisamente el cuadro granota llega de sortear, con solvencia, el efecto de dos lesiones en ataque que dejaron al equipo sin capacidad de revulsivos ante el Villarreal. Dani Gómez terminó de romperse en Pamplona y no pudo forzar su reaparición tras el parón, mientras que Soldado ingresó en la enfermería durante las sesiones de jornada internacional y su llegada al duelo del sábado fue un imposible. Más viable de cara a la visita culé. En cualquier caso, el Levante fue con lo puesto en punta: Roger y Morales. Su dupla titular, que a la postre acabaó siendo destacada protagonista de la contienda, solo tuvo la opción de cambio de un Cantero que no fue de la partida.

Del encaje de bolillos en zona ofensiva, a los de la línea trasera. Posiblemente Duarte pueda entrar en la lista del choque del domingo después de completar casi un mes fuera, pero habrá que ver en qué condiciones lo hace y si puede ser un parche en caso de contratiempo durante el partido -algo habitual en las últimas citas-. También podrá estar Coke, uno de los pocos futbolistas que durante la temporada no han sufrido ningún percance muscular, para ser alternativa a uno de los tres componentes de la zaga. El exsevillista ha actuado en esa posición en innumerables ocasiones como levantinista, de hecho fue el hueco preferente que ocupó la pasada campaña con Paco López al frente.