VALÈNCIA. La cuesta del Levante es ya demasiado empinada para celebrar el regreso a la élite este próximo fin de semana. Las opciones se reducen a la derrota del Granada o el empate en Gran Canaria unido a una goleada histórica frente al Real Oviedo en Orriols, así que las probabilidades de que el cuadro de Javi Calleja firme su clasificación para el play-off de ascenso son altas. Por eso el técnico lleva semanas adaptando su discurso público a la posibilidad de pelear el objetivo en las eliminatorias. No solo sobre palabras, sino también sobre el regreso de piezas se debate la mente del cuerpo técnico de cara al inicio de junio. La vuelta de Brugui en Vila-real es una magnífica noticia para el preparador madrileño, que espera como agua de mayo que el de Bàscara arroje luz a su ataque. Y el alta de Vezo es otro motivo para su optimismo.

El portugués se entrenó este lunes de manera parcial y sus sensaciones indican que en un caso de máxima urgencia podría apurar para poder ser de la partida. Calleja ya comentó que las impresiones del zaguero son positivas respecto a sus isquios, pero, esta vez sí, se quiere ir con pies de plomo en su recuperación. El episodio de recaída ante el Zaragoza por la excesiva celeridad -reconocida por el club- con la que volvió el portugués obliga a armarse de seguridad para reclutarle de nuevo. "Creemos que, a falta de terminar de hablar con el doc, la semana que viene podria ir entrando con el equipo. No significa que tenga el alta ni que juegue contra el Oviedo, pero si las sensaciones son buenas quizá nos dé una alegría", dijo Calleja antes de viajar a Vila-real la pasada semana.