ALICANTE. Cádiz, Getafe y Rayo Vallecano son los clubes que han sondeado en las últimas semanas al Elche sobre su disposición a negociar un hipotético traspaso de Lucas Boyé.
Eso si, ninguno de ellos ha presentado una oferta. Hasta la fecha solo se han dirigido a la entidad franjiverde para conocer su predisposición a negociar un traspaso, conscientes de que la cláusula de rescisión del delantero es de 15 millones de euros (con el descenso se ha reducido la misma desde los 25 millones), pero también de que su contrato expira en junio de 2024 y que si el Elche no negocia una ampliación de la duración del mismo otro equipo puede hacerse con los derechos económicos sobre Boyé en enero (de cara a la 2024/25 y siguientes) sin pagar contraprestación.
Aunque la inversión de 2,6 millones que se hizo en su momento el Elche al adquirir al Torino los derechos del futbolista está más que amortizada (el último de los cuatro pagos comprometidos se hizo el pasado otoño), el ítalo-argentino no deja de ser un jugador que puede dejar una suma interesante en las arcas franjiverdes si decide cambiar de aires, no obstante afectar el descenso a su tasación: si juega en LaLiga SmartBank, por muy espectacular que sea su rendimiento, su cotización difícilmente alcanzará la que tiene hoy que, por otro lado, es inferior a la que tenía hace un año. Como ejemplo (orientativo) de esto último tenemos que Transfermarkt ha pasado de tasar al delantero en marzo de 2022 en 15.000.000 euros a hacerlo un año después en 6.000.000.
