VALÈNCIA. Durante la ceremonia de clausura de los Juegos de Río de Janeiro 2016 ya se pasó el testigo a los de Tokio 2020, que se presentaban como una revolución, en el que fundamentos como la responsabilidad respecto al cuidado del medio ambiente y la tecnología debían ser identitarios del gran evento deportivo en Japón. Hoy, sin embargo, la celebración de los Juegos en las fechas programadas no depende de voluntades, sino de un enemigo invisible, que azota durísimo a todo el mundo, como es el coronavirus.
La pandemia del Covid-19, según las últimas cifras oficiales de este pasado sábado, ya afectaba a 278.136 personas que daban positivo en todo el mundo, registrándose un total de 11.570 muertos, pero celebrando 89.211 recuperados. En España, los casos de contagios alcanzaban los 24.926, las muertes se elevaban a 1.326 y los recuperados de la infección alcanzaban los 2.125 casos, según los datos facilitados por el Ministerio de Sanidad. [Al final del texto puede visualizar gráficos de situación en España y el mundo, que se actualizan día a día]
El pasado martes, a través de un comunicado, el Comité Olímpico Internacional (COI), celebrada la reunión de su Comité Ejecutivo, aseguraba que el organismo sigue "totalmente comprometido con los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y con más de cuatro meses antes de los Juegos no hay necesidad de tomar decisiones drásticas en esta etapa; y cualquier especulación en este momento sería contraproducente". Es decir, el COI, en medio de un sinfín de suspensiones y aplazamientos de competiciones deportivas en todo el mundo -ese mismo día la Uefa aplazó la Eurocopa a 2021-, decía que no aplazaba el gran evento, previsto para desarrollarse entre los próximos días 24 de julio y 9 de agosto en el caso olímpico -en el caso paralímpico, las fechas se encuadran entre el 25 de agosto y el 6 de septiembre-.
La decisión de la organización que preside Thomas Bach de seguir adelante, por el momento, pese a la pandemia global generó una inmediata controversia. Unas posturas alineadas al COI en tanto en cuanto a, como poco, no precipitarse a falta de algo más de cuatro meses y no cambiar de fechas por tanto los Juegos; y otras clamando por ese aplazamiento bien hacia final de año, bien para 2021, dadas las difíciles circunstancias generadas, primero, por la crisis sanitaria en sí y el velar por la salud de las personas, y, segundo, por el aislamiento obligado como medida para frenar el contagio del coronavirus, suponiendo, como es el caso de España, la imposibilidad de los deportistas de entrenarse en condiciones normales, sostener la cuestión física dentro de las opciones que les pueda dar trabajar en casa y, claro, la reprogramación de competiciones clasificatorias por haber sido aplazadas o suspendidas por causa del Covid-19.
El presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, ese mismo martes aseguró que lo que iba a trasladar al COI es que se quieren unos Juegos Olímpicos, pero con seguridad: "Somos un país referente en el mundo y a cuatro meses de los Juegos, nuestros deportistas no pueden llegar en desigualdad de condiciones. Los Juegos son salud, pero lo más importante es seguridad. Seguridad de que nuestros deportistas tengan las mismas condiciones que el resto". Blanco señaló, además que la decisión la tiene que tomar el Comité Olímpico Internacional "en función de los informes de la Organización Mundial de la Salud y el Comité Organizador".
Escenarios alternativos, pero apurando el tiempo al máximo posible
Thomas Bach, sin embargo, se mostró algo más abierto a diferentes escenarios el viernes en una entrevista publicada por el New York Times: "En el COI estamos considerando diferentes escenarios, pero somos contrarios a lo que han hecho muchas otras organizaciones deportivas o ligas profesionales en el sentido de que estamos todavía a cuatro meses y medio para los Juegos. Lo que hace que esta crisis sea tan única y tan difícil de superar es la incertidumbre. Nadie hoy puede decir cómo será su desarrollo mañana o en un mes, y menos en más cuatro meses. Por lo tanto, no sería responsable de ninguna manera establecer una fecha o tomar una decisión en este momento, que se basaría en la especulación sobre los desarrollos futuros".
A la postre los Juegos son un evento mundial del más alto nivel deportivo, un acontecimiento sin comparación, para el que debe asegurarse la salud y la seguridad dado el marco generado por el coronavirus. Pero al tiempo también es un generador de negocio. Por ejemplo, a efectos del contrato televisivo, la NBC pagó 4.380 millones de dólares para los derechos televisivos del periodo 2014-2020 y ha vendido anuncios por 1.250 millones de dólares para las retransmisiones. Un gasto total de 5.600 millones de dólares.