ALICANTE. Vaya por delante que nadie en Alicante, empezando por el Hércules, le desea ningún mal a Samuel Llorca y todos esperan que de las pruebas que restan por practicarle se desprenda que no necesita pasar por el quirófano y, en cualquier caso, que no sufre una lesión que le deje en el dique seco un largo periodo de tiempo.
Este lunes el central alicantino pasaba por la consulta del doctor Ripoll cuyo primer diagnóstico era "posible rotura de la plastia de ligamento cruzado anterior". No obstante, se puntualizaba que restaban pruebas de imagen y biomecánicas por practicarle y que hasta el jueves no se sabría si Samuel ha de pasar o no por el quirófano.
No se trata de una lesión nueva para el futbolista que vio interrumpida su fulgurante progresión hace siete años precisamente por una rotura del mismo tipo cuando jugaba en el Celta de Vigo (sufriendo además un recaída meses después). El propio Samuel sabe que este tipo de dolencias hacen perderte gran parte de la temporada o, a las alturas que estamos, lo que resta de la presente, especialmente si hay cirugía.
Lesión de larga duración