ELCHE. El Plan Estratégico de la Industria Valenciana (PEIV) ha sido elaborado gracias al previo estudio y diagnóstico del ‘Plan de Investigación y Acción de la Estrategia Política Industrial’, realizado por la Universidad Politècnica de València (UPV). Su objetivo es desarrollar una política industrial que permita el desarrollo y crecimiento de la industria manufacturera y la convierta en el auténtico motor de arrastre del resto de la economía valenciana. Unos ejes que tocan, por supuesto, a Elche, dado que es una de las ciudades industriales por excelencia y que para ella y su región, este plan tiene como objetivo potenciar la innovación y la diversificación en el sector del calzado y sus componentes.
La idea global de esta hoja de ruta es que permita la mejora de la competitividad de los diferentes sectores industriales, diseñando una política manufacturera enfocada al largo plazo, que sea facilitadora de la reindustrialización y que esté alineada con las políticas industriales de España y Europa (Horizonte 2020). Por eso está diseñada de abajo hacia arriba para permitir que las empresas, empresarios, trabajadores y asociaciones propongan aquellas actuaciones e iniciativas que permitan una mejora de la competitividad de las empresas y una mejora de los puestos de trabajo. Una decisión adoptada por la Conselleria d’Economia en 2015 tras las carencias que mostró la Estrategia de Política Industrial (EPI) en su falta de implementación práctica y evaluación, entre otros factores.
Dado que las metas estratégicas son alcanzar un peso en la industria valenciana en el total de la economía de un 20% en línea con el Horizonte 2020 y el 2% de I+D sobre el PIB, se intentará que aumente la media del sector, que está aproximadamente en un 18,1% sobre el PIB industrial y un 19% de ocupados industriales en la Comunitat, salvo polos industriales como Elda, Villareal, Onda, Almussafes, Paterna, Ibi y claro está, Elche. Municipios que superan holgadamente estas cifras.
A nivel general y dentro del plan sectorial del calzado, el informe señala que se encuentra en un proceso de afianzamiento de la recuperación, mostrando en 2014, 2015 y 2016 excelentes cifras de ocupación, producción y productividad, lo que se traduce en que a día de hoy cuente con más de 33.000 puestos de trabajo, —contando fabricantes y componentes—. Además, en lo que respecta al núcleo del Vinalopó, formado por ciudades como Elda, Petrer, Villena, y por supuesto Elche, se concentran más de 3.000 empresas; un cluster industrial muy dinámico e internacionalizado, resiliente y abierto a la globalización, que cuenta con la presencia de las principales multinacionales del sector, atraídas por la capacidad de producción e innovación.
En cualquier caso, y por la vital importancia de estas cifras, el plan pretende que tanto en este sector como en el de componentes, se siga potenciando la formación, la internacionalización, la innovación y la industria 4.0. En sendos sectores, además, se debe priorizar el reforzamiento de la diversificación y una mejor transferencia desde el SVI, la experiencia de compra por distribuidor, algo que ya se advirtió desde Avecal en una encuesta realizada al empresariado valenciano: hay que mejorar el proceso de digitalización.
Asimismo, este esfuerzo para fomentar estos ámbitos de cara a que las empresas valencianas sean más competitivas, no significa que no se esté realizando ya, como arroja el propio informe, que indica que las productoras del Vinalopó están internacionalizadas y son dinámicas. Una línea que se está siguiendo tanto desde la propia Avecal, junto a convenios como el firmado con el Consistorio ilicitano, como desde ferias de ámbito nacional e internacional como es el caso de Futurmoda. Sobre todo, un aspecto que se sigue resistiendo a las pymes. Respecto a estas, se señala que hay que potenciar la política de integración en redes, esto es, fomentar la cooperación y colaboración de empresas tractoras con pymes locales, que además se conectarán al IITT (INESCOP) de cara a que las pymes entren en redes colaborativas que las refuercen y les permitan aprender, crecer y actualizarse.
Por otra parte, otro de los puntos del plan sectorial a destacar es el papel de la Formación Profesional, a la que se considera clave reformular y adecuar. En el ámbito de la innovación, destaca la necesidad de profesionalizar las empresas en temas de productividad, sobre todo enfocándolas a resolver el problema de las series cortas —aumentando productividad, reduciendo tiempos muertos y eliminando desperdicios—, además de la apuesta por formar al personal también en digitalización. Y en lo que respecta a la industria de componentes para la fabricación del calzado, el diagnóstico indica que necesita reforzar la transferencia de conocimiento desde los IITT, seguir potenciando su diversificación a través la introducción de nuevos materiales, tecnologías y productos y potenciar la utilización de la impresión 3D para el prototipado.
