ELCHE. En último Consejo de Administración de la empresa municipal Pimesa fueron distintos los acuerdos en materia urbanística, una de ellas referente a Elche Campus Tecnológico, ya que mientras que el principal edificio está prácticamente finalizado, el segundo inmueble, más pequeño y reservado a la Universidad Miguel Hernández (UMH) a la espera de que dé respuesta, sufrió un contratiempo hace varios meses al derrumbarse varias de sus lamas de la fachada. Lo que supuso la retirada por precaución de todas, por lo que esta sigue de facto 'desmontada'. Una situación que preocupa en el consejo, que aprobó dar dos semanas a la adjudicataria y al arquitecto para ofrecer una solución, y que según ha podido saber este medio, ha sido ya propuesta por la constructora y aprobada por la dirección facultativa de la obra, es decir, el arquitecto.
El inmueble, diseñado por AJF Ingeniería Arquitectura y Urbanismo y cuya obra se adjudicó Alcudia Obras y Servicios, sufrió un importante contratiempo en el pasado mes de mayo, al caer varias de las grandes lamas que culminaban la fachada. Según apuntó la adjudicataria, se debió a un problema de ejecución de las lamas por un mal fraguado que afectó al hormigón —y por ende a su resistencia— a causa del intenso frío del temporal Filomena. Tras la retirada de la empresa del resto para prevenir por el defecto de fábrica en los materiales, el edificio sigue con la fachada desmontada, por lo que el consejo de la empresa municipal ha aprobado dirigirse al despacho de arquitectura y a la empresa para que tengan listo en dos semanas un plan de actuación con una solución propuesta. En este sentido, es el arquitecto, como director de la obra, quien tiene que dar según una cláusula del contrato, las instrucciones sobre esa alternativa. El inmueble llevaba cinco meses a la espera de solución.
Tras el contratiempo, se plantearon varias alternativas. Alguna de ellas, según el Consejo, implicaba el refuerzo de las lamas con hierro para evitar 'flechas' —deformidades—, pero no se veía del todo por parte de la empresa por el sobrecoste que implicaba, además de defender que supone una modificación del proyecto, algo con lo que la empresa municipal no estaba de acuerdo. Finalmente, según ha podido saber este medio, Alcudia ha elegido un sistema de lamas similar al anterior que supone piezas de menor tamaño, y que sufragará la compañía. Asimismo, los cálculos y forma de colocación han sido aprobados por la dirección facultativa de las obras, es decir, el despacho de arquitectura, a quien compete esta tarea. No obstante, se va a colocar una muestra para someterla a diversas pruebas de carga in situ. Si todo va bien, se ejecutará la totalidad de la fachada y se espera que se pueda comenzar de forma inmediata. Previa luz verde por el consejo de administración de Pimesa.
Hasta ahora, tras el problema con las grandes lamas instaladas, desde el Consejo se argumentaba que el edificio ya estaba pagado, inclusive la fachada, por lo que no querían seguir esperando más meses porque consideran que la imagen podía lastrar la comercialización del proyecto al estar organizando visitas al primer inmueble. De ahí el plazo aprobado en la última sesión para dar una solución cuanto antes, ya que desde la empresa municipal se planteaban incluso penalidades o acciones legales si no se daba una pronta alternativa.
Finalmente, con el visto bueno de la dirección de obras y la asunción del coste por parte de la adjudicataria, todo parece encaminado a la reinstalación de la fachada a corto plazo. Una situación compleja porque al retraso por este problema de la proveedora del material, hay que sumar también la carestía actual de las materias primas, también las de obra: cuanto más se tarde en actuar, puede que el coste sea mayor por este encarecimiento.
