ALICANTE. Javier Pastore puede ser suspendido por hasta cuatro partidos después de que el árbitro del encuentro del Elche con el Barça, Alejandro José Hernández Hernández, le mostrase la roja directa e hiciera constar en el acta que lo hacía por haberle llamado "hijo de puta".
El mediapunta ítalo-argentino era expulsado en el minuto 88 por, según recogió Hernández Hernández, dirigirse a él en los anteriores términos, algo de lo que el cuarto árbitro decía haber sido testigo. Lo anterior sucedió poco después de que el arrecifeño no considerara punibles unas manos de Jordi Alba a la salida de un saque de esquina, decisión que soliviantó a los franjiverdes, especialmente porque cuatro minutos antes sí habían entendido merecedoras de reproche otras manos pero en el área de Edgar Badía, las de Antonio Barragán y que condujeron al gol de penalti de Memphis.
El Comité de Competición tendrá la última palabra respecto a la calificación de los hechos relatados por Hernández Hernández en el acta, pero con el Código Disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol hay dos posibilidades:
- que interprete que es desconsideración y le aplique el artículo 117, que contempla de dos a tres encuentros de suspensión.
- que considere insulto lo proferido por el futbolista franjiverde y le aplique el artículo 94, en el que se castiga lo anterior con de 4 a 12 partidos de suspensión, pero al no ser reincidente se le impondría el castigo mínimo.
