ORIHUELA. La red de ecoparques para la Vega Baja, que prevé doce instalaciones fijas y cinco móviles, da pasos adelante, con la aprobación inicial de la comisión técnica, aunque aún tiene que hacer frente a trámites como la adquisición de algunas parcelas para las instalaciones fijas y la revisión técnica de otras comisiones, entre ellas, la económica. No obstante, el Consorcio Vega Baja Sostenible puede dibujar cómo será el entramado para la gestión de residuos de la comarca. La ubicación de casi todos los ecoparques fijos, las rutas que seguirán los móviles y los hasta 170 contenedores de que pueden llegar a 26 metros cúbicos, que servirán para almacenar los residuos en los almacenes fijos, son algunas de las certezas.
Entre las recomendaciones para el proyecto, la comisión técnica pide que el Consorcio revise el plan económico-financiero para asegurar cada una de las especificaciones del proyecto. Además, requiere que se aproveche la primera convocatoria FEDER para la adquisición de ecoparques móviles e informatización de ecoparques fijos y móviles de la Comunitat Valenciana, que se debe ejecutar hasta 2023. Por eso, recomiendan el desarrollo del plan, en todo lo posible, con cargo a la subvención y optar a esa convocatoria.
La solución transitoria prevista para la transferencia de los residuos municipales de la Vega Baja pasa por las instalaciones de valorización y eliminación, y la gestión de los ecoparques. El plan contempla doce ecoparques fijos y cinco móviles que servirán para, además de separar residuos, sensibilizar a los usuarios sobre los beneficios ambientales de la separación de residuos.
En este proyecto se plantean dos instalaciones fijas de Tipo C, en Los Montesinos y San Miguel de Salinas, en dos cotas, con superficie de entre 1.500 y 3.000 metros, donde habrán entre 8 y 10 contenedores con capacidad de hasta 26 metros cúbicos cada uno. La instalación puede llevar báscula o una máquina compactadora. Por otro lado habrá otros diez ecoparques mayores, de Tipo D, de entre 2.500 a 5.000 metros, donde habrán entre 10 y 15 depósitos de hasta 26 metros cúbicos cada uno. Aquí se dispondrá de un acceso específico para los camiones de transporte de los residuos, de carga y descarga, diferenciado del de los vehículos de los usuarios.
Los ecoparques móviles, que llevarán un contenedor con distintos compartimentos para la recogida selectiva, trazarán, en principio, nueve rutas con salidas desde Orihuela, Torrevieja y Benejúzar. Se prevé el servicio seis días y 40 horas por semana.
Una de esas rutas iría entre Torrevieja y Orihuela y otra, en sentido contrario. La tercera de ellas plantea ir a Guardamar del Segura y Pilar de la Horadada y la cuarta, a Callosa del Segura y Almoradí. La quinta ruta debería ir a Rojales y San Miguel de las Salinas y el sexto trayecto a Albatera, San Fulgencio y Dolores. El séptimo recorrido pasaría por Cox, Redován, Catral, y Bigastro y el octavo por Benejúzar, Rafal, Benijófar, Los Montesinos, y Formentera del Segura. La última ruta iría a Algorfa, Granja de Rocamora, Jacarilla, San Isidro, Daya Nueva, Benferri y Daya Vieja.
La empresa Vielca Ingenieros es la responsable de la elaboración del Proyecto de Gestión de la Red de Ecoparques del Plan Zonal 11 A6, que ha tenido el visto bueno del comité técnico. Esta luz verde inicial viene condicionada por varios factores para que llegue a ser definitiva: El Consorcio debe justificar la ubicación definitiva de los ecoparques fijos para atender al máximo posible de usuarios. Para ello, además de garantizar la disponibilidad de las parcelas -la de Orihuela y la de Pilar de la Horadada aún están en el aire-, se ha de considerar la calificación urbanística de los terrenos de las parcelas y los riesgos. Por otro lado, la propuesta puede tener posibles modificaciones a lo largo del proceso en la que los ayuntamientos o las mejoras ambientales pueden tener influencia.
La comisión técnica también pide que en los ecoparques tipo D haya conexión eléctrica trifásica para instalación de autocompactadores, que optimizan el transporte. Según el estudio económico-financiero -que los técnicos recomiendan que el Consorcio revise-, los costes del transporte de residuos eléctricos y electrónicos deberán de ser asumidos los Sistemas Integrados de Gestión (SIG) en la Comunidad Valenciana, y, por eso, se deben suprimir del proyecto de gestión antes de que se apruebe definitivamente.
Además, ante la adquisición de un ecoparque móvil y de un sistema integrado de gestión, piden que esta instalación se incluya en el plan definitivo. Se debe, asimismo, concretar con Vaersa las condiciones de la encomienda de gestión y disponer las plantas de transferencia de residuos que habilite el Consorcio como instalaciones auxiliares de los ecoparques, con el fin de optimizar los costes.
El objetivo global del Consorcio es llevar a cabo una estrategia de reciclaje que cumpla con las directrices marcadas dentro del Plan Integral de Residuos (PIR) y de la directiva marco de la Unión Europea en materia de residuos.