NOVELDA. El Ayuntamiento de Novelda ha aprobado en pleno la modificación al alza de las tasas de los servicios de recogida y tratamiento de residuos sólidos (basura) y de agua potable y alcantarillado, que se incrementan en un 98 y 16 por ciento respectivamente. Asimismo, el pleno ha aprobado la entrada en vigor de los precios de los vados y zonas de carga y descarga que fueron aprobados en 2021.
Con los votos del equipo de gobierno del Partido Socialista y el posicionamiento en contra del resto de formaciones políticas con representación municipal (PP, Vox y Compromís), el gobierno municipal ha aprobado la modificación de la ordenanza fiscal que regula el servicio de recogida, tratamiento y eliminación de residuos sólidos urbanos, una tasa que prácticamente doblará su importe en 2024 y cuyo incremento ha sido defendido por la concejala de Hacienda, Ana Sabater, por la “necesidad de actualizar la tasa para adecuarla a la nueva normativa sobre residuos tanto valenciana, como estatal y europea y a la obligación de recaudar el coste del servicio a través de la tasa”.
La responsable de Hacienda ha argumentado en la defensa de su propuesta que en la actualidad el coste del servicio por recogida, transporte, tratamiento y vertido de residuos, más el impuesto que sobre el mismo se paga a Generalitat Valenciana, es de 2.190.000 euros anuales, mientras que la recaudación por tasa es de 1.040.000 euros, lo que se traduce en un servicio deficitario en un 137% que “ni el Ayuntamiento se puede permitir ni la normativa se lo permite”.
Ana Sabater, que ha reconocido que la subida de la tasa de basura ha sido una “decisión difícil”, ha subrayado que el Ayuntamiento “está obligado a recaudar el coste del servicio a través de las tasas de los usuarios” al tiempo que señalaba que el de recogida de residuos “no es un contrato caprichoso”, sino que responde a las exigencias de la legislación autonómica, nacional y europea.
La concejala de Hacienda ha concretado que en la actualidad Novelda presta un servicio de recogida de residuos, a través de la empresa Urbaser, que responde a los “requisitos mínimos exigidos”, con un coste de 1.450.000 euros anuales por recogida y transporte, a los que se suman los 506.000 € que se abonan al Consorcio de la Planta de Tratamiento del Baix Vinalopó por el depósito de los kilos de residuos depositados y los 230.000 euros que se abonan a Generalitat Valenciana en concepto de impuesto sobre vertidos, sin contar los 530.000 euros que habría que pagar por el tratamiento de residuos inertes que se realiza en el vertedero de Lurima.
Desde la oposición, tanto Compromís, como Vox y el Partido Popular han reprochado al equipo de Gobierno lo que consideran una subida “escandalosa”. Así lo hacía la portavoz de Compromís, Silvia Anna, que ha acusado al gobierno municipal de no haber sido “ni responsable ni sincero” con la ciudadanía a la que, cuando se modificó y amplió el contrato del servicio de recogida de residuos, en mayo de 2022, se aseguró que “no se repercutiría el aumento del coste del servicio sobre los vecinos”, una afirmación que, en palabras de la portavoz de la formación valencianista, únicamente estaba sustentada en “motivos electoralistas”.
En la misma línea se manifestaba la portavoz de Vox, Marga Serrano, que recriminaba al gobierno municipal no haber pensado ni por un momento en la ciudadanía al tiempo que proponía que el Ayuntamiento siga asumiendo, con cargo al presupuesto municipal, el déficit del servicio.
Por su parte el portavoz del grupo Popular, David Beltrá, ha calificado de “inaudito, vergonzoso y bochornoso” lo que considera “manipulación, ocultación y engaño” por parte del gobierno municipal a la ciudadanía, al tiempo que ha asegurado que con el incremento de las tasas se pide una “esfuerzo titánico a las familias en un año, el 2024, que se presenta complejo económicamente”.
El alcalde, Fran Martínez, ha reiterado que el incremento de la tasa de recogida de residuos ha sido una “decisión difícil” que no entraba en la hoja de ruta del equipo de Gobierno y que viene motivada por los cambios que se han producido tanto en Diputación con respecto al consorcio de la planta de tratamiento de residuos del Baix Vinalopó, como en el gobierno de la Generalitat que, ha asegurado, “hasta ahora eximía del pago del impuesto sobre los vertidos y ahora nos obliga a abonarlo”.
Martínez ha negado que el grupo socialista ocultara la subida de la tasa por motivos electoralistas y ha achacado la necesidad del incremento al cambio de postura de Diputación, que se “niega a destinar los siete millones de euros de superávit del Consorcio a aliviar la carga” de los ayuntamientos.
El alcalde de Novelda ha asegurado que los cambios que se producen en instituciones y gobiernos supramunicipales acaban asumiéndolos los Ayuntamientos y, “a pesar de que estos incrementos no formaran parte de nuestra hoja de ruta de gobierno, seguiremos haciendo un planteamiento riguroso de la hacienda local”. Además ha adelantado que desde el área económica de han iniciado los trámites para la revisión de los tipos del IBI.
Asimismo el pleno ha aprobado, con los votos en contra de Vox y Compromís, la abstención del Grupo Popular y el voto favorable del gobierno municipal del Partido Socialista, un incremento en torno al 16% en el servicio de abastecimiento de agua potable y saneamiento, lo que se traduce en unos 2,84 euros al mes en un recibo medio.
La revisión de las tarifas del agua, cuya última modificación data de 2021, se fundamenta, según ha defendido la responsable de Hacienda, en el aumento “significativo” de los costes de producción del agua en origen y en la obligación de “mantener el equilibrio presupuestario de la concesión”.
Desde la oposición se ha lamentado que el incremento, aprobado por una “decisión política” no se hubiera realizado de forma gradual durante los últimos dos años para que perjudicara los menos posible a la ciudadanía.
En este caso el portavoz del gobierno municipal, Lluís Deltell, señalaba que la subida en el servicio de agua potable y alcantarillado no es sino el traslado a las tarifas, a petición de la concesionaria, de los incrementos generalizados de los costos de producción.