Sede del Banco Sabadell en Alicante, en una imagen de archivo. Foto: RAFA MOLINAALICANTE. No habrá forzosidad en el ERE del Banco Sabadell. Aunque el aluvión de voluntarios (más de 2.000 adhesiones hasta el lunes, a falta de conocer el dato final) no coincida exactamente con los cupos diseñados por el banco en tramos de edad y territorios, la dirección de la entidad financiera con sede en Alicante se ha avenido a modificar en lo que sea necesario dichos cupos para que se cubran al 100% con las adhesiones recibidas, de forma que no haya que añadir al ERE a ningún empleado contra su voluntad.
Como adelantó este diario el lunes, las adhesiones voluntarias al ERE superan ampliamente las plazas a amortizar, dado que el Banco Sabadell se conformaba con prescindir de 1.380 empleados, aunque el número de salidas podría llegar a las 1.605 (el tope máximo negociado por los sindicatos), lo que significa que tiene un 'exceso' de un 40% de voluntarios, más de 600. Con todo, ahora hay que revisar las solicitudes, aceptarlas o rechazarlas, y hacerlas coincidir con el número de plazas por puesto, tramo de edad y provincia de trabajo.
La próxima semana habrá una nueva reunión de la comisión de seguimiento del ERE, donde los sindicatos quieren controlar que se aplica correctamente la movilidad para hacer cuadrar dichos cupos territoriales, y que los rechazos a las solicitudes que finalmente se queden fuera del expediente están motivadas. A quién se rechaza y por qué. Paradójicamente, tras semanas de negociaciones y protestas para reducir el número de afectados, ahora tendrán que jugar el papel contrario: defender a aquellos que quieren irse. Alrededor del 3 de diciembre, el banco debería responder aceptando o rechazando peticiones.
En el caso concreto de la Comunitat Valenciana, según fuentes de UGT, se han presentado 321 voluntarios para un mínimo de 308 salidas, lo que significa que, a falta de aplicar la movilidad y reducir o ampliar los cupos por categoría profesional, puede haber hasta 13 personas que quieren abandonar el Banco Sabadell y tendrán que quedarse. Por provincias, se han presentado 203 voluntarios en Alicante (para un total de 195 salidas), 94 en València (91 salidas previstas) y 24 en Castellón (22 afectados).
La provincia de Alicante, la segunda con mayor volumen de personal afectado tras Barcelona, ejemplifica el problema de cupos al que ahora ha de hacer frente el banco, pues se han presentado voluntarios más gestores de los que se necesitan, pero en cambio faltan algunos administrativos. Sin embargo, en el cómputo global las cuentas salen (y sobran adhesiones). Concretamente, el banco espera prescindir de 195 personas en la provincia, 112 administrativos y 83 gestores. Pero tiene 203 voluntarios, repartidos en 100 administrativos y 103 gestores.
Como ha venido contado este diario, el ERE prevé prejubilaciones para aquellos trabajadores de 55 años o más que cuenten con 10 años de antigüedad, y que percibirán un 65% del salario anual con un tope de hasta 280.000 euros para el colectivo de entre 58 y 62 años, y un tope de 300.000 euros para el colectivo de 55 a 57 años. Se establece un cupo 100 personas de 55 años para acogerse al ERE, preferentemente en Murcia y Alicante. En cuanto a las bajas remuneradas, para los menores de 54 años, tendrán derecho a una indemnización de 40 días por año trabajado con un máximo de 30 mensualidades, además de primas por antigüedad.
El ERE, el cierre de oficinas ya ejecutado (44 cierres en la provincia de Alicante, 59 en Murcia y 30 en València, sobre un total de 320 en toda España) y otros ahorros adicionales asociados a este proceso, que afectan fundamentalmente a proveedores y alquileres, tendrán un coste de 331 millones de euros que se pagarán con cargo a plusvalías. La entidad, a cambio, ahorrará 130 millones de euros cada año que pase a partir de 2023 (en 2022 se conseguirá un ahorro del 85%), con lo que se amortizaría en apenas tres años.
