ALICANTE. El presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), Salvador Navarro, y su homólogo en la Confederación de Organizaciones Empresariales de Alicante (Coepa), Francisco Gómez, acercan posturas. Los dos mandatarios han cerrado para el 2 de mayo, dentro de una semana, el encuentro entre el presidente de la patronal valenciana convertida en autonómica y la junta directiva de la organización alicantina, tras el enfrentamiento sobre la fecha como consecuencia del acto abierto que este martes protagonizó Navarro para explicar su nuevo modelo de patronal.
Gómez, de hecho, asistió al citado encuentro organizado por el diario Información, y mantuvo un breve intercambio de impresiones con Navarro, previo a la reunión oficial de la próxima semana. El hielo, con todo, se había roto hace ya unos días, en la asamblea de la CEOE de la que ambos forman parte, y donde tuvieron ocasión de cerrar la fecha de la reunión y acercar posturas sobre el futuro de sus organizaciones.
Según explicaron fuentes conocedoras del contenido del acto, el presidente de la CEV ofreció al Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca), impulsado en su día por el expresidente de Coepa Joaquín Rocamora, que se convierta en el 'think tank' de la nueva patronal autonómica. Ineca ha ganado peso en los últimos meses bajo la presidencia del empresario Perfecto Palacio como una de las voces que reivindica el déficit inversor en la provincia de Alicante, basándose en el análisis de los datos que se publican en las estadísticas oficiales, o con el impulso a la futura zona franca en el puerto. Asimismo, Navarro avanzó que las primeras elecciones de la nueva patronal autonómica se celebrarían previsiblemente en otoño, una vez finalizado el proceso de transformación.
El principal escollo para integrar a Coepa es el planteamiento inicial de Navarro de que, una vez convertida la CEV en patronal de ámbito autonómico con la modificación estatutaria, la alicantina se integrase como una federación sectorial o una asociación más: es decir, que dejase de ostentar la representatividad del empresariado de la provincia de Alicante y se ganase su espacio en la asamblea en función de las cuotas que estuviese dispuesta o en condiciones de pagar. Un planteamiento que Coepa rechaza, al reivindicarse como patronal de Alicante con una representación delegada en la asamblea (en todas las comunidades con más de una provincia se mantiene el modelo) y exigir capacidad de obrar y personalidad jurídica propia.
En el trasfondo del debate sobre el modelo subyace también la delicada situación económica de la patronal alicantina, que acaba de superar un traumático concurso de acreedores y está atada a un plan de viabilidad a varios años vista (en el que debe cumplir con los pagos comprometidos a sus acreedores, que aceptaron una quita del 95%). Gómez no puede voluntariamente liquidar Coepa tras haber sacado adelante el convenio, no solo porque incumplirlo voluntariamente pudiera acarrear responsabilidades jurídicas, sino también porque hay voluntad de mantener una estructura que ha costado mucho salvar. Y el planteamiento inicial de Navarro conduciría precisamente a ese escenario.
Según las fuentes consultadas, el presidente de CEV y el de Coepa abordaron esta circunstancia durante la asamblea de la patronal nacional, y el dirigente valenciano se mostró comprensivo con el momento que atraviesa la organización alicantina. Hasta el punto de que está dispuesto, siempre según esas fuentes, a estudiar cómo matizar su planteamiento inicial para facilitar el encaje de Coepa sin forzar su desaparición. Esos matices serán los que comenzarán a estudiarse la semana que viene en el encuentro entre el presidente de CEV y los miembros de la junta directiva de la patronal alicantina.
Pero a la organización que preside Gómez se le añade ahora otro obstáculo, al margen de la carrera por la representatividad empresarial: tres asociaciones alicantinas, Fempa, Hosbec y Avecal, han avanzado su intención de entrar en CEV pero manteniéndose en Coepa, y la primera debutará como invitada en el comité de la CEV este jueves, al mismo tiempo que la segunda vota en asamblea solicitar su ingreso.
Como adelantó este diario, la Generalitat exigirá a las patronales provinciales que devuelvan las subvenciones indebidamente justificadas que hasta la fecha exigía a Cierval, una vez que la antigua patronal autonómica ha ido a liquidación. Una reclamación que en el caso de Coepa supone unos 220.000 euros, según los cálculos de la Conselleria de Hacienda (la reclamación global asciende al millón de euros).
Como ha contado este diario, Coepa advierte de que la reclamación está afectada por la quita del 95% que aceptó Cierval, dado que era la antigua patronal autonómica la que canalizaba las subvenciones y, por tanto, a quien Coepa adeudaba el reintegro. Con todo, mientras la Conselleria y la patronal alicantina no resuelvan este nuevo obstáculo, todo indica que la organización que preside Gómez no podrá recibir los 120.000 euros de la Ley de Participación Institucional (LPI) con los que contaba en 2017 para cuadrar sus cuentas.