Samanta Melchor (COO) y Jorge Ferrándiz (CEO).BENIDORM. Demium Benidorm da la bienvenida a una nueva startup nacida de su incubadora: Ashiato. La empresa de reciente creación ha creado su propia herramienta para medir la huella de carbono en los hoteles. Un instrumento que servirá para tratar de mejorar los alojamientos en materia de sostenibilidad, y con ellos, el destino turístico. Sigue así una corriente cada vez más extendida en la que los clientes se aseguran de que el alojamiento esté involucrado en la lucha con el cambio climático y aplicando medidas para reducir el impacto ambiental.
Según explican desde la propia startup ya constituida, han trabajado los últimos meses para desarrollar una herramienta propia, específica para el sector de alojamiento, que permite calcular la huella de carbono de manera más precisa al tener en cuenta las particularidades de un hotel.
Con este análisis, los empresarios podrán conocer tanto la huella del establecimiento como la correspondiente a cada cliente, incluyendo también las reservas de espacios de reuniones, su evolución en el tiempo y comparativa con el destino.
Al mismo tiempo, el informe incluye planes de reducción personalizados, propuestas de compensación de CO₂ y todos los requisitos que lo validan para su inscripción en el ‘Registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción’ del Ministerio de Transición Ecológica. Con ello, garantizan su compromiso con la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático ante cualquier agente nacional e internacional.
El equipo lo conforman el CEO Jorge Ferrándiz y la COO Samanta Melchor. "Los destinos turísticos maduros, como es el caso de Benidorm, no pueden seguircompitiendo por precio si quieren seguir creciendo. Es el momento de diferenciarse del resto yposicionarse como un destino responsable con el medioambiente para atraer a un nuevosegmento de clientes", explica Ferrándiz.
Tal y como ellos mismos señalan, la medición y su correspondientes soluciones para rebajar la huella están siendo cada vez más tenidas en cuenta. Sin ir más lejos, en comunidades autónomas como las Islas Baleares ya se han empezado a dar los primeros pasos en materia de sostenibilidad y, en concreto, de control de la huella de carbono. Desde principios de este año todas las empresas medianas y grandes que operan en las islas están obligadas a medir y registrar su huella de carbono y se espera que esta práctica se extienda al resto del territorio nacional durante la legislatura actual.
