MURCIA. La construcción se las prometía felices en el 2022. Una oferta contenida durante los últimos diez años había generado un gran auge en la demanda. Por tanto, solo era necesario impulsar los trámites de visados de obra nueva para que el sector inmobiliario pudiera resurgir de sus cenizas. Al menos, este era el caso antes de que los costes de construcción terminarán de dispararse por completo a raíz de la crisis energética agravada por el conflicto de Ucrania. Ahora, los promotores son incapaces de calcular cuál será el precio de las obras a medio plazo, una incertidumbre que ya provoca paralizaciones en la Región de Murcia.
"Se trata de un fenómeno generalizado", explica a Murcia Plaza el presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de la Región de Murcia (Apirm), José Ramón Blázquez: "Se ha cruzado un problema de suministro y otro de aumento de costes desde el comienzo de la guerra. Los precios deben ser asumibles para el consumidor, pero las constructoras no se atreven a dar números en un plazo de dos años, que es lo que suele durar una obra".
Pese a todo, asegura que la demanda se mantiene fuerte, por lo que si se recupera el equilibrio en los precios y resulta posible construir a un coste razonable pueda recuperarse la pujanza en el sector. En cualquier caso, la solución requiere urgencia, pues ya los empresarios de Frecom se reunieron el pasado jueves 24 de abril a modo de grito de socorro por la situación que están viviendo: "Está peligrando lo que iba a ser un buen año", sostiene Blázquez.