MURCIA. Asumido el chasco de la moción de censura, el PP se reorganiza para encarar una nueva era en el Consistorio de Murcia. El partido pasa a la bancada de la oposición y la persona que se encargará de liderar la voz crítica contra el nuevo alcalde socialista, José Antonio Serrano, será la concejala Rebeca Pérez, que ya ejercía estas funciones de Portavocía durante su etapa en el Gobierno local. 

Por su parte, José Ballesta, que ha pedido retomar su puesto en la Facultad de Medicina de la UMU, seguirá provisionalmente en el Grupo Municipal -un periodo que se puede alargar varios meses- porque su intención es dejar el acta de concejal, como así señalan fuentes cercanas a Murcia Plaza.

El PP ya habla de "nueva etapa" y de plantar cara al "tripartito", en alusión a que la nueva coalición de Gobierno, la formada por el PSOE y el exsocio de los populares, Ciudadanos, necesita del apoyo plenario de Podemos para sacar adelante sus iniciativas en La Glorieta. Rebeca Pérez promete que actuarán con "lealtad a la institución por encima de partidos e ideologías políticas" y sostiene que los ediles del PP "llevarán a cabo una oposición constructiva, firme y en defensa de los intereses de los murcianos".

Para los populares, Serrano y Mario Gómez (Cs) "carecen de proyectos" y por ello se comprometen a "velar por los intereses de los murcianos, trabajando por el desarrollo económico y social del municipio". Y se marcan dos objetivos: "La creación de empleo y preservar y garantizar la salud de todos los murcianos en este periodo covid".

El grupo municipal del PP distribuye su labor de oposición en diez áreas de servicio, coordinados por diez concejales, y que, según remarcan en un comunicado, estarán "lideradas por José Ballesta".