Cuando en el siglo XVI se comenzó masivamente la exploración por los europeos de lo que después se llamaría América, y se constató que era un nuevo continente y no Asia, la denominación que se le daba era la del “Nuevo Mundo”. Se había encontrado una nueva tierra, cuatro veces más grande que Europa y que por tanto ampliaba sus horizontes y daba oportunidades nuevas a muchas personas. Miles aceptaron el reto.
Ahora nos encontramos en el umbral de otro "Nuevo Mundo" y aunque ya existía, Zuckerberg lo ha puesto en boca de todos: el Metaverso. A él no se va con carabelas sino con ordenadores y gafas de realidad virtual. Hubo unos primeros exploradores que intentaron colonizar ese nuevo territorio en el año 2006 -creado por la compañía Linden Lab- al que llamaron Second Life. Se abrieron tiendas, se vendieron terrenos virtuales, se montaron embajadas y algún periódico creó avatares digitales para que informaran sobre este mundo en una columna diaria. Miles de usuarios crearon objetos virtuales, atraídos por la posibilidad de hacerse ricos en Linden $, la moneda que se manejaba y que se podía cambiar luego por dinero real.