Más de 6.500 adictos al Hércules, a un deporte de riesgo donde los haya

ALICANTE. Si algo son los aficionados del Hércules es inasequibles al desaliento, irreductibles... que para eso su equipo es un histórico del fútbol español.

Con la presente, el Hércules acumula diez campañas fuera del futbol profesional y la tercera en la cuarta división, después de una segunda en la que no solo no llegó a pelear el ascenso, es que finalizada la misma el que era su entrenador renunció al cargo. Lo anterior, la enésima crisis en su seno, ocurría hace dos meses, pero el herculano medio no da estos días palmas con las orejas por haberla superado, porque le guste más el fútbol de Rubén Torrecilla que el de 'Lolo' Escobar, lo hace porque el equipo ha ganado los partidos correspondientes a las dos primeras jornadas del presente curso liguero. Y aunque no es la primera vez en esta etapa de pan duro en el cajón que el Hércules arranca bien un curso liguero y lo cierra sin conseguir su objetivo e incluso el proyecto descarrila antes de superar el ecuador del ejercicio, al herculano medio eso le da igual: su corazón no solo es a prueba de bombas, es que le va la marcha, es un adicto al riesgo, un 'enfermo' del Hércules. 

El club blanquiazul anunciaba este martes que había rebasado los 6.500 abonados, cifra que coloca a la campaña de abonos 2023/24 a la cabeza de las últimas, pese a las alturas de curso a las que estamos... hasta el punto de que hay más carnés expedidos que los que había a la finalización de las dos últimas temporadas: si en la 2021/22, en puertas del 'play-off' de ascenso a Primera Federación no se habían alcanzado los 6.500 abonados, en la temporada pasada tampoco se llegó a ese número de carnés expedidos (incluyendo también a los que se sumaron de cara a la segunda vuelta).