Trabajadora en las instalaciones de Martínez y Cantó, en imagen de archivo. Foto: APNOVELDA. La empresa de Novelda Martínez y Cantó comenzaba a funcionar en 1970 como respuesta a la necesidad de compañías de la comarca y la provincia de Alicante dedicadas a la comercialización de infusiones. Desde entonces, se dedican al envasado automático de infusiones para otras firmas y, hoy, lo hacen desde un centro de producción de 21.000 metros cuadrados en el entorno de la partida Cucuch noveldense. Una de las empresas para las que trabaja Martínez y Cantó es Mercadona, para quienes elaboran desde sus instalaciones sus tés solubles con sabores a fruta. No obstante, sus infusiones también llegan a más de una docena de países que pasan por Francia o Alemania en Europa, pero también por México, Estados Unidos o Cuba, entre otros.
De este modo, esta compañía alicantina parte en su origen de un proyecto familiar que formaron Francisco Martínez y José Cantó. Su nacimiento fue hace más de 50 años, cuando arrancaban con una producción de unas 10.000 bolsitas de infusiones diarias. A lo largo de los años, y debido a su inversión en tecnología y el aumento de clientes, alcanzan una producción actual de más de 8 millones de bolsas de infusiones diarias, una de las mayores en el país.
La mercantil, según las últimas cuentas depositadas, correspondientes a 2022, aumenta su facturación -aunque casi repite la cifra de 2021-. Así, el montante ascendía a casi 30,6 millones de euros (un 0,02% más que el año anterior). De esas cantidades, el mercado español supone 19,8 millones para Martínez y Cantó y en 2022 han ascendido sus ventas en el exterior. Son 10,2 millones de países de la Unión Europea y 572.000 euros de otras naciones.
Trabajadores en el almacén de Martínez y Cantó, en imagen de archivo. Foto: APEn 2022, la mercantil contaba con una plantilla de 143 personas (85 mujeres y 58 hombres). Además, las previsiones, según su informe de gestión eran las de continuar con la renovación de instalaciones productivas en las que está inmersa, aumentar cuotas de mercado y mantener medios y niveles de producción y empleo y llevar a cabo medidas para poder mantener la rentabilidad.
Su planta de producción en Novelda, automatizada, incorpora maquinaria innovadora, tal y como destacan desde la empresa, y monitorizan sus procesos para optimizar producción y planificación. Les permite medir en el momento su eficiencia. Asimismo, la maquinaria y sistemas productivos incorporan sistemas de control de calidad y seguridad que pasan por el peso automático de estuches, lectura de códigos de barras, detectores de cuerpos extraños o cámaras de visión artificial para asegurar que el producto es óptimo.
Los procesos de Martínez y Cantó se basan en el Lean Manufacturing donde se analiza el funcionamiento de la cadena de trabajo y los productos. Su sistema de gestión de almacén funciona por radiofrecuencia para poder actuar con agilidad ante las necesidades del trabajo diario. Además, el negocio gestiona más de 7.500 artículos diferentes.
Tés en los líneales del supermercado. Foto: AP
