ALICANTE. "El mercado de fichajes es como es; la mayoría de operaciones se cierran o al principio o al final del mismo, casi se podría reducir su actual duración de un mes. Además, no solo decidimos nosotros, también otros clubes", decía este viernes Pablo Machín cuando era interpelado por el aparente frenazo que experimenta la llegada de los más que necesarios refuerzos.
"Lo que necesitamos es jugadores que vengan a aportar, a ayudar, mejoren o complemente lo que ya tenemos", apuntaba el preparador soriano, quien se negaba esta vez a precisar qué posiciones quiere (todavía) reforzar después de que hayan llegado dos laterales (Lautaro Blanco y José Ángel Carmona) y un central (Lisandro Magallán), aunque anteriormente sí se había referido "a todas las líneas", mostrado interés en el central Aridane Hernández (quien llega el domingo con Osasuna) e incluso a la posibilidad de traer futbolistas pensando en el medio plazo, que se consideren por el club una "oportunidad": "Puede haber jugadores polivalentes que te pueden ayudar en una posición y luego en otra", manifestaba al hilo de lo anterior, en referencia al caso del joven Carmona.
"Necesitamos gente rodada que llegue pensando en quedarse en Primera División con el Elche. La secretaria técnica valora muchas opciones dentro de nuestras posibilidades. Sería tonto decir que estoy cerrado a que puedan venir más jugadores, pero me centro en el día a día, los que están aquí son los importantes, esos son los que van a ganar el partido de Osasuna", señalaba.
Respecto al propietario, a Christian Bragarnik, el técnico del Elche decía mantener contacto con él, aunque puntualizaba que lo importante es que la tenga el secretario técnico, Sergio Mantecón. "Todos gestionamos nuestra casa como podemos y sabemos. Salvó al Elche y es el mayor interesado en que las cosas salgan bien. Sus circunstancias particulares hacen que esté en Argentina, pero la tecnología permite que estemos en contacto".
