ALICANTE. Recientemente ha sido aprobada la nueva Ley de Educación, la LOMLOE o también Ley Celaá. Esta ley ha sido muy cuestionada por diferentes sectores sobretodo porque se considera que no ha sido suficientemente consensuada
Desde el Colegio de Economistas de Alicante, Carmen Verdú, vocal de su Junta Directiva, docente, economista y miembro del Consejo Directivo del REDI (Registro de Economistas Docentes e Investigadores), afirma que “los economistas y en especial los docentes también estamos afectados por esta ley ya que no se especifica en la misma la situación de la asignatura de Economía ni en el Bachillerato ni en en la etapa de la enseñanza obligatoria, es decir la ESO”.
En la Ley de educación del año 1990, la Ley Orgánica General del Sistema Educativo (LOGSE) se recogió por primera vez la asignatura de Economía en el Bachillerato únicamente para una de las opciones, el de Humanidades y Ciencias Sociales.
La implantación de la LOMCE en 2013 introdujo por primera vez asignaturas relacionadas con la Economía en todos los niveles de la ESO. Los alumnos de esta etapa debían cursar unas asignaturas a elegir entre varias entre las que se encontraba “Iniciación a la actividad emprendedora y empresarial” (Art 24) por otro lado en el cuarto curso de la ESO, se impartiría en la rama de enseñanzas académicas para la iniciación al Bachillerato la materia de “Economía” y en la rama de enseñanzas aplicadas para la iniciación a la Formación Profesional la materia de “Iniciación a la actividad emprendedora y empresarial” (Art 25). Esto ha significado que en la mayoría de centros se impartieran estas asignaturas, aunque como tenían un carácter optativo, una parte importante del alumnado seguía acabando su etapa educativa obligatoria sin haber cursado estudios básicos económicos.
Verdú denuncia que “en la nueva LOMLOE no se especifica ninguna asignatura con contenidos económicos en el caso de la ESO y en el caso del bachillerato deja las asignaturas de las diferentes modalidades, entre las que se encuentra la Economía, para un desarrollo posterior previa consulta a las Comunidades Autónomas”.
En los trámites de aprobación de esta ley en el Congreso y en el Senado, se han presentado enmiendas tanto por parte del Consejo de Economistas de España como por otros colectivos de profesores. Ninguna de estas enmiendas ha sido considerada en absoluto.
“¿Y qué ocurre en los países de nuestro entorno?”, se pregunta la economista. En buena parte de los países de Europa existen materias de contenido económico dentro de la educación obligatoria. En algunos casos como optativa y en otros como obligatoria
Carmen Verdú asegura que “la mayoría de los países han puesto en marcha de alguna forma iniciativas sobre educación emprendedora en la escuela, siendo los países nórdicos los más avanzados en cuanto a estrategias y prácticas desarrolladas”.
Añade que “los economistas consideramos que la educación del siglo XXI debe apostar por el fortalecimiento de la cultura económica y financiera como elemento esencial para comprender el funcionamiento de un estado de bienestar y para sensibilizar a la población más joven sobre los aspectos económicos derivados del cumplimiento y alcance de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de Naciones Unidas dentro de la Agenda 2030”.
Desde inicio del siglo XX son diversos organismos e instituciones nacionales e internacionales las que han expuesto argumentos a favor del estudio de la Economía en la Educación Secundaria Obligatoria.
En el nuevo sistema educativo muchos estudiantes concluirán sus estudios de educación secundaria sin tener ninguna formación económica y financiera. ¿Realmente estamos preparando a nuestros hijos para el mundo que les espera?
En primer lugar, el Parlamento Europeo y del Consejo realizó el 18 de diciembre de 2006 la propuesta para impulsar las competencias clave para el aprendizaje permanente (2006/962/EC)
En segundo lugar, la Comisión Europea también desarrolla los Principios básicos para unos planes de educación financiera de alta calidad el 18 de diciembre de 2007.
En tercer lugar, el informe PISA comienza en el año 2012 a evaluar la competencia financiera de los alumnos de 15 años. Se trata del primer estudio a escala internacional que evalúa los conocimientos financieros de nuestros jóvenes.
Apunta la economista que “la educación del siglo XXI debe apostar por el fortalecimiento de la cultura económica y financiera como elemento esencial para comprender el funcionamiento de un estado de bienestar y para sensibilizar a la población más joven sobre los aspectos económicos derivados del cumplimiento y alcance de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS)”.
En el nuevo sistema educativo las materias de contenido económico al carácter de optativas y, por tanto, muchos estudiantes concluyen sus estudios de educación secundaria y bachillerato sin haber estudiado jamás ninguna materia específica de alfabetización económica y financiera. Consideramos, en primer lugar, este hecho como un anacronismo y una disfuncionalidad del sistema educativo español que debe ser finalmente corregido. Es ilógico que mediado el siglo XXI y con las características, complejidad y retos de la sociedad actual, no todos los estudiantes reciban una formación imprescindible para el desarrollo de su ciudadanía y para su propia promoción social, cultural, personal y académica. Pero, concluye Verdú, “sobre todo, consideramos este hecho como una causa que cronifica una evidente desigualdad social: mientras los jóvenes pertenecientes a las élites socioeconómicas adquieren una formación económica, financiera y empresarial dentro de su propio entorno social, la mayoría de jóvenes no tiene garantizada esta oportunidad, por lo que debería subsanarse esta deficiencia estructural del sistema educativo en aras de una mayor justicia social y de la igualdad de oportunidades”.
