Los clubes tendrán que recibir autorización de la RFEF para poder televisar sus partidos

ALICANTE. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha remitido este martes a los clubes de fútbol no profesional la circular 33 por la que les emplaza a solicitar su autorización para poder retransmitir televisivamente sus partidos.

De acuerdo con el artículo 33 de la Ley del Deporte y el 198 de su Reglamento General, la RFEF tiene la competencia para "calificar y organizar" la competición y "la transmisión televisada de los partidos de las competiciones oficiales de ámbito estatal no profesional ya sea en directo o en diferido, total o parcial, por 'streaming' o cualquier plataforma digital u otro medio análogo, requiere de la autorización".

Así, desde Las Rozas se emplaza a los clubes a solicitar esa autorización a través de las Federaciones Territoriales tanto para un encuentro aislado como para la temporada. Sin ella no se podrá retransmitir el partido o partidos de que se trate.

Cuando sea una solicitud para toda la temporada, el plazo para presentarla finalizará dos días antes del primer partido a televisar y cuando sea para un partido aislado a las 23:59 horas del jueves de cada semana si se disputa en fin de semana y a las 23:59 horas del lunes cuando se juegue entre semana.

Por cierto, la RFEF puntualiza que su autorización no prejuzga "en ninguna circunstancia la titularidad de los derechos" y se ciñe "única y exclusivamente al cumplimiento de las disposiciones reglamentarias y velar por el buen orden de la competición deportiva". 

La obligación no es nueva pero su grado de cumplimiento no era precisamente alto

La realidad es que esa obligación de contar con autorización de la RFEF para poder televisar un partido ya estaba vigente pero, al parecer, no eran muchos los clubes que la cumplían (recababan el visto bueno de la Federación). 

Entre los que sí la solicitaban de manera regular se encuentra precisamente el Hércules que, por cierto, no tiene cedidos sus derechos audiovisuales sino que los explota en primera persona (con una productora como socio tecnológico).