ALICANTE. Al final no ha podido ser. La histórica firma alicantina de raquetas de pádel y tenis de mesa Enebe se ha visto forzada a ir a liquidación, al tumbar los acreedores el convenio propuesto tras acogerse al concurso en 2017. Como contó Alicante Plaza, la firma fundada por la familia Navarro Sirvent confiaba en firmar este verano el convenio, pero finalmente no logró el visto bueno de los acreedores, entre los que se contaban varias entidades financieras, Hacienda y la Seguridad Social.
Como ha venido contando este diario, Enebe se declaró en concurso en julio de 2017 con un pasivo de 2 millones de euros en la sociedad Enebe SL y de 3,5 millones en Sport Enebe. Al concurso, dirigido por el juzgado de lo Mercantil número 1 de Alicante, se sumó el Holding Enebe Nayblan, socio único de las dos anteriores (aunque no consolidaban cuentas). En 2016, último ejercicio del que se presentaron las cuentas, el grupo facturó 6,5 millones, un 5% menos que el año anterior, y cerró con pérdidas de 1,6 millones en el holding.
Entre los acreedores que estaban citados a la junta que rechazó el convenio propuesto por el administrador concursal, Puchol Auditores, se contaban nada menos que diez bancos: Targobank, Caixabank, Banco Sabadell, Caja Rural Central, Liberbank, dos entidades del grupo Cajamar, BBVA, Banco Santander y Banco Popular. Asimismo, la Sociedad de Garantía Recíproca (SGR), el organismo tributario de la Diputación SUMA, el Fogasa, Hacienda y la Seguridad Social también reclamaban créditos a las concursadas.
Fuentes del despacho de auditores a los que se encomendó la administración concursal (sin suspender las facultades de los directivos de la empresa, tal como contó este diario en su momento) han confirmado a este diario el rechazo de los acreedores al convenio propuesto, así como que el juzgado ya ha aprobado el plan de liquidación de la mercantil, que ahora empezará a ejecutarse. Si bien han rechazado ofrecer más detalles al respecto, lo habitual es que el plan contemple la venta de los activos de la empresa para recuperar el crédito reclamado. De esta forma, la histórica empresa podría salvarse si aparece un comprador interesado en la unidad productiva y la marca.
La firma alicantina, creada en los años setenta por la familia Navarro Sirvent, ha liderado durante décadas el mercado de las raquetas y las palas. Creció al calor del desarrollo en España del tenis de mesa, que sigue siendo una importante fuente de ingresos para la compañía, y en los últimos años había apostado fuerte por el padel. De hecho, incluso había fichando a algunos jugadores profesionales, como Celeste Paz, que dio nombre a una de sus raquetas, o Pitu Losada, que ejerció durante un año como asesor estratégico. Losada abandonó la empresa en julio de 2017, al declararse en concurso.