ALCOY. Lorena Hernández, natural de Requena, llegó a Alcoy para estudiar en el Campus de la UPV en esta ciudad, y aquí se convirtió en Ingeniera Técnica en Diseño Industrial y en Ingeniera en Organización Industrial, iniciando su vida laboral unida a la docencia tanto en esta Universidad como en diferentes entidades y academias, impartiendo especialidades vinculadas al diseño, el márketing y la comunicación. Una docencia que aún sigue formando parte de su vida laboral, puesto que “me gusta mucho. Estar con gente joven y preparar las clases me facilita estar en contacto con las nuevas tendencias, los nuevos programas de diseño, estar al día en todo lo que va pasando en este mundo”.
Y si el diseño es una de sus pasiones, otra que le ha acompañado desde pequeña es la cocina y especialmente los postres. En las celebraciones familiares ella siempre se encargaba de la parte más dulce y no solo conseguía el aplauso al saborearlos, sino también por cómo los había presentado, puesto que no les faltaba detalle. Cómo también buscaba ese detalle personalizado a la hora de regalar, “siempre me ha gustado, a la hora de un regalo, buscar algo especial, un sentimiento, y conseguir que la gente disfrute”.
Con el paso del tiempo y la llegada de sus dos hijos, ella misma se encargaba de diseñar, organizar y materializar los bautizos, cumpleaños, celebraciones familiares… y llegó un punto en que pensó: por qué no unir esta pasión con su formación. Y nació 'Caperucita Rosa by Hada Madrina'. A partir de ahí comenzó el proceso para poder materializar este proyecto, tanto la parte legal como la de formación e insfraestructura necesaria para poder elaborar esa reposteria creativa, esos chocolates para los que se formó con el maestro chocolatero David Pallas, y todas esas especialidades con las que poder cubrir los eventos que pudieran presentarse.
Estamos hablando de hace ya 12 años y siete desde que decidieron abrir un establecimiento donde poder atender a los clientes, puesto que hasta ese momento estaba funcionando desde su casa, donde el tener espacio suficiente le permitió habilitar un obrador con todos los requisitos administrativos y sanitarios necesarios. “Fue un momento muy bonito, había nacido mi segundo hijo y me permitía trabajar en esto que tanto me gusta y hacerlo desde casa”. Con el paso de los años llegó el momento de abrir un establecimiento, donde poder mostrar todo lo que ofertan. En cuanto a los eventos, el cliente puede elegir si quiere un diseño del mismo y la prestación del servicio, llegando a cubrir eventos para 600 personas, o si bien desea solo las invitaciones, solo los detalles, la comida… en definitiva, que ofrecen una amplia gama para cubrir las necesidades que cada persona que acude a Caperucita Rosa pueda tener y siempre con la personalización como sello.
Pero además, en el establecimiento se pueden comprar detalles para regalos y de decoración, que pueden ser personalizados, y adquirir algunas de las especialidades gastronómicas que cuentan con una extraordinaria acogida por parte del público, como pueden ser los panettone y dulces navideños, entre otros, contando además con la acreditación oficial de artesanos.
Ahora, dan un paso más y preparan un traslado de su establecimiento cara al público a otro que permite tener un mayor espacio y disponer también allí el obrador, por lo que, si se cumplen las previsiones, antes de que finalice este año dejarán el Pasaje Parterre para abrir en la calle Sant Joan con Mossén Torregrosa, por lo que seguirán en pleno Centro de Alcoy.
En este proyecto convertido en realidad Lorena está acompañada por su esposo, Iván Ferrando, quien también llegó a esta ciudad desde Alzira para estudiar en el Campus de la UPV y aquí siguen. “Nos quedamos a vivir en Alcoy porque nos gusta mucho esta ciudad. Por su tamaño, puedes desplazarte sin problemas y si tienes que acudir a varios sitios no pierdes prácticamente tiempo en desplazamientos”, señala Lorena, quien añade que “Alcoy es un buen sitio para emprender”. Quizá el destino también tuvo algo que ver, pues nació un 22 de abril, día más que emblemático en esta ciudad, al ser en el que tradicionalmente se celebran las Entradas de los Moros y Cristianos.
Al preguntarle a Lorena qué les diría a quienes quieren emprender, pero quizá no se deciden, apunta que “emprender es duro y sacrificado, pero también muy gratificante. Si haces algo que te apasiona, es como si no trabajaras”, y recuerda la frase de Steve Jobs: “Si tú no trabajas por tus sueños, alguien te contratará para que trabajes por los suyos”. También les diría que busquen ayudas, asesoramiento, y explica que ella misma ha recurrido al programa ‘Ideas’ de emprendedores del Campus de Alcoy de la UPV y a la Agencia de Desarrollo Local, que le fueron de gran utilidad. “Y tener claro que, si tienes un evento, no hay imprevisto que valga, deben anteponer la responsabilidad y cubrirlo como se merece el cliente, dando lo mejor”.
El boca a boca ha funcionado en este negocio, puesto que ha sido la base de la promoción y de que conozcan quiénes son y qué hacen. En cuanto al futuro, la línea en la que trabajar será expandirse a través de la venta on-line.
Queda, para finalizar, el porqué del nombre. “Empezamos con eventos infantiles, como son cumpleaños, comuniones y nos gustaba la idea de contar un cuento. Caperucita nos gusta, y optamos por el Rosa que quedaba como más dulce. Lo de Hada Madrina es por mi cuñada Astrid, la hermana de mi marido, que es la madrina de mis hijos y no podía ser mejor madrina”.
