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crónica de la jornada del sábado

Leyendas del Rock sirve un manjar de veteranas y nuevas propuestas en su fin de fiesta de este sábado

11/08/2019 - 

VILLENA. La verdad es que, como reza el dicho, para gustos (y sabores), los colores. O los grupazos que han decorado el cartel del Leyendas del Rock en este verano 2019. En lo que no cabe duda es en la capacidad de su organización para crear un festival terapéutico, que cura todos los dolores a base de un buen chute de metal y sus derivados por las venas. La tarde del sábado comenzó, por un lado, con Saratoga y la tripulación comandada por Tete Novoa, quienes dieron de lo suyo a los fans de este clásico español del heavy metal. A la vez, una propuesta nueva: los Mind Driller, estos alicantinos que cada vez suenan más fuerte con sus reminiscencias al más puro estilo alemán y que no han hecho más que empezar hacia el estrellato.

Bendita ‘caída’ del martillo

Cuando los suecos tocan el powermetal, lo convierten en oro. Menuda actuación la de los Hammerfall. Apoyados por un público muy fiel, entonaron clásico tras clásico, temazo tras temazo –Let the Hammer fall, Riders of the storm-, dando una lección a los novatos que acudían, por primera vez, a verles. De esos grupos que, aunque no son un descubrimiento, el verles es como una especie de resurgir, a modo de desvirgue. Hablando de vírgenes, de Diosas, sin duda, en este caso sí, una de las propuestas que han sorprendido a muchos de los leyenderos y leyenderas de este año: Nervosa. El triunvirato de mujeres brasileñas de Sao Paolo -Fernanda Lira, Prika Amaral y Luana Dametto- rozaron duro con su propuesta thrash a aquellos, sobre todo, que todavía creen que esto del metal es cosa de muchos, y de hombres. A coger su relevo, no tardaron en hacerse presentes, por primera vez en el Leyendas, los cuatro chelos de Apocalyptica, que se saltaron cualquier tipo de norma a la hora de versionar a Metallica, con un show de cuerdas y entonado a base de rasgaduras del alma que sobrepasó los cinco sentidos.

End of show

Difícil es que se pueda decir algo más de Tobias Sammet. El power metal sinfónico con influencias de ópera Avantasia llegó desde Alemania, con todo el amor, para Villena. Dos horazas de concierto en el que sus más fervientes seguidores no fallaron ni una canción, en un escenario que se iba renovando al minuto. El cabeza de cartel de este año, que llenó el escenario principal del polideportivo municipal de la localidad, nos trasladó a un universo épico donde todo cabe. Y, después de la calma, viene la tormenta, o algo así. Metal del oscuro, oscurísimo, el de los americanos Deicide que, aunque no agradaron a todos, no dejaron cabeza pensante indiferente con su giro de voces, sus mil y un altibajos y un derroche de caos absoluto. Para rematar, el heavy metal y hard rock de los argentinos de Rata Blanca, a quienes muchos hubieran deseado ver en horas más centrales del cartel del Leyendas. Y, por si fuera poco, los de Lujuria, que echaron el cierre a esta gran edición, como ya es tradición, y donde hemos destacado algunos de los platos fuertes, intentando no dejarnos nada.

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