ELCHE. La firma de ingeniería especializada en instalaciones fotovoltaicas Demesol organizó este martes una jornada vespertina sobre el papel de la energía fotovoltaica en el municipio, del que varios expertos volvieron a incidir en su potencial por las 3.000 horas de sol anuales y el vasto territorio del término municipal. De hecho, es la ciudad valenciana con mayor instalación para el autoconsumo, algo que puede deberse a la ventaja de tener dos distribuidores, lo que según el doctor Rafael Muñoz, es clave porque supone "una libre competencia que funciona". Ahora bien, ¿cómo es el desarrollo de la energía renovable en la ciudad? Una de las cuentas pendientes por explorar son las comunidades energéticas, mientras que las placas se van expandiendo en sectores como el agrícola.
Un debate que casi llegaba a colación del alegato introductorio del ingeniero ilicitano Cayetano Hernández, conocido en el sector energético por su experiencia durante décadas en un campo al que entró en los 70s. Si bien Hernández ya habló hace años en otro foro sobre renovables en el municipio, poniendo de relieve el potencial local para abastecer sus edificios públicos con energía limpia, pedía pasar de las palabras a los hechos para activar estas acciones a nivel municipal.
En el plano privado, Pedro Valero, por parte de Asaja, explicó que en el campo la fotovoltaica ya se está usando desde hace años "porque permite un importante ahorro", lo que presenta ventajas para guardar durante más tiempo el producto en neveras, mayor uso de motores, ahorro para el riego por goteo, regulación de invernaderos... "Se hace porque ve que es rentable, pero falta el impulso de la administración". En ese sentido, por parte de Cedelco, Gerardo Salvador incidía en que también hay que hablar de la competitividad empresarial ante la inflación creciente, e incidió en que hay que tener en cuenta para este tipo de actuaciones que "las materias primas de lo que producimos son de fuera, aquí no hay industrialización, hay que abordar ese problema y trabajar con empresas que estén aquí, de kilómetro 0".
En ese sentido, el secretario de Medio Ambiente de CCOO-PV, Daniel Patiño, también ve necesario un plan estratégico a nivel local porque la legislación climática y de transición energética en trámite "derivan a escala comarcal y municipal por los objetivos de descarbonización para la neutralidad climática en 2050". En ese marco, por parte de Margalló, Adolfo Quiles quiso poner en contexto la situación actual para trabajar estos planes: "Hay que ubicarse en el momento, que el agua en Arenales esté a 26 grados, que esta ola de calor sea la más temprana en décadas o que tengamos noches tórridas se debe a la situación de emergencia climática, y que tendrá y tiene impacto en malas cosechas y precios más caros".
El portavoz del colectivo ecologista criticó también que "lo que no es verde son las rotondas de cemento o no renaturalizar el río —en referencia a la polémica reciente por el Vinalopó—". reducir el parque móvil. Y advirtió de que "no se puede sustituir todo el parque móvil por vehículos eléctricos, no hay minerales raros ni los necesarios en la Tierra para la décima parte de los coches que tenemos hoy", señaló hablando sobre el decrecimiento y el nivel de consumo actual. En una línea similar se expresó el presidente de la federación de vecinos, Joaquín López, sobre el diseño de las ciudades a cargo de urbanistas, mostrando desconfianza. "Tenemos plazas duras como esta del Palacio de Congresos, no se han impulsado los acuerdos para parques y jardines verticales y las inversiones solares no son para todas las familias".
Hablando sobre las comunidades energéticas, la responsable de negocio de Demesol, Gloria Navarro, asegura que "una instalación pequeña sale más cara que una grande por los materiales, por eso es mejor apostar por estas comunidades energéticas, puede resultar más barato y permite excedentes de energía a vender o compartir". En su opinión es un campo por explorar aunque hay alternativas interesantes también en núcleos rurales "vinculadas a edificios públicos o bares", en referencia a ese excedente de energía.
Valero añadía que con el radio que se exige de 500 metros como máximo es difícil en un campo tan diseminado como el ilicitano. "Los agricultores somos sencillos pero nos encontramos con problemas de legislación y no podemos producir lo que podemos, esto limita nuestra competitividad y después por eso se importa. Necesitamos que sean propuestas sostenibles pero rentables".
El sindicalista añadía que "venimos de una década sin avances", en referencia al impuesto al sol y coincidía en que "tenemos un problema de magnitud si pensamos que vamos a solucionar todo con renovables, hay que potenciarlas pero reducir el consumo energético". Por eso de cara a las comunidades aludía Patiño a que "se tienen que desarrollar en un marco de equidad, porque estamos en una comarca muy desigual". Salvador añadía que además de las comunidades o instalar placas solares, "hay que pensar y actuar con criterios de eficiencia energética antes de instalarlas, porque nos llega gente a última hora para instalar placas cómo y dónde sea, sin pensar antes en qué puede reducir su consumo; hay que medir antes". Por su parte, el portavoz vecinal incidía en que con experiencias de Alicante, hay que ponerse de acuerdo en cómo gestionar los excedentes de energía para evitar posibles desencuentros entre la comunidad.
Por último, Adolfo Quiles también se mostró favorable a este modelo de pequeñas comunidades y autoconsumo, "antes que depender del control de oligopolios energéticos, tenemos que democratizar el mercado energético". No obstante, añadía que "no podemos hacer esto a costa del territorio y la biodiversidad, no podemos externalizar la energía a zonas con valores ambientales muy grandes para después consumirla en las ciudades, y menos en situaciones como esta de emergencia climática".
