ELCHE. La noticia de las fases para la desescalada no se ha acogido igual en todos los sectores. Si bien hay un hilo común en todos, y es que tienen muchas ganas de volver a abrir sus negocios, la cosa va por barrios según se hable de comercio o de restauración. Estos últimos se muestran descontentos o como mínimo con mucha incertidumbre, ya que con las restricciones que se les exigen no ven que puedan generar rentabilidad suficiente para salir a flote pronto. En el lado comercial, si bien hay dudas en aspectos como la prevención, parece que hay unos negocios que son los claros 'vencedores': peluquerías y barberías. Algunas ya tienen incluso lista de espera.
Es lo que transmite el presidente de la patronal de servicios de Elche y comarca (Aesec), Antonio Andreu, quien relata que "hay muchas ganas de abrir, hay gente desesperada por hacer caja", aunque todos miran con inquietud cómo empieza la desescalada. Quienes lo ven con mayor escepticismo y "cabreo", matiza Andreu, son los dueños de restauración y bares, puesto que los aforos que van a permitir son muy pequeños: 30% de apertura de las terrazas en la fase 1 y 30% de apertura interior en la fase 2 y luego 50% en la 3, todo espaciado por dos semanas al menos. "Habrá que verlo porque es posible que muchas empresas no sean rentables con este tipo de aperturas", señala el presidente de la patronal.
Es precisamente este aspecto el que hace que desde el sector vean con escepticismo las propuestas. También explican desde la asociación que hay algunos restaurantes y bares más tradicionales que abrirán al principio por necesidad, pero que nunca han hecho los pedidos a domicilio. "Probarán al principio, pero seguramente no sigan adelante con ello", puesto que lo ven con reticencias y porque siguen pensando que tampoco les será muy rentable. De momento, precisa Andreu, entre los asociados no ha habido una caída muy grande, "pero si la hostelería se mantiene como se ha informado puede que reduzca bastante, con una facturación que puede bajar un 50%".
En cuanto a la parte comercial, quienes de momento pueden empezar relativamente satisfechos son los negocios de peluquería y barbería. Desde el anuncio de que podrán abrir a partir del lunes, poco han tardado en rellenar sus agendas. Andreu señala que alguna de las peluquerías de sus asociados ya tiene la semana completa. Un fenómeno general. Como señala Inma Lara, periodista y emprendedora que trabaja en la comunicación de ámbito empresarial y está en la Asociación de Comercios Universidad Nuevo Altabix, "algunas peluquerías ya tienen lista de espera".
Es también el caso de barberías de barrio, cuyos clientes han recibido como agua de mayo ese mensaje de Facebook de que abrirán sus puertas. No obstante, apunta Lara que también percibe en el negocio "mucha inseguridad porque tampoco tienen claras las medidas de seguridad más allá del uso de mascarillas". Algunas de ellas referidas al aforo. Eso sí, las que están más orientadas al negocio online señala que ya han estado estos días 'haciendo comunidad' para seguir fidelizando a la clientela con recomendaciones de tintes y otros productos. Por su parte, otras franquicias como la ilicitana Oh My Cut! han estado apretando en la venta online de productos más dedicados a la belleza, también con descuentos, para potenciar este ámbito.
En cuanto a otros comercios como las tiendas de ropa, también son un mar de dudas. Arguyen desde Aesec que por ejemplo ya no van a poder vender las prendas de comuniones o entretiempo. Además, "si una persona se prueba una prenda, se tiene que aislar durante 48 horas para que otra se la pueda probar otra vez". "Es una situación muy complicada", relata. También apunta que "lo que se pide al comercio a nivel nacional no es lo que se pide a nivel online", por lo que las tiendas físicas van a tener difícil la vuelta al trabajo con estas condiciones. Eso sí, muchas ya están preparando descuentos para la salida, y puede que se mezclen con las rebajas de verano. "Es todo un poco lío".
Por último, y sobre esta situación, desde Aesec piensan que se tendría que haber creado una mesa a nivel estatal en la que Gobierno, Sanidad, empresas, sindicatos y técnicos se hubieran sentado para convenir en qué se puede hacer y qué no. "En Bélgica por ejemplo están generalizando el uso de pantallas de metacrilato, lo que permite tener más clientes". Así que por el momento, será cosa de cada negocio, aplicando medidas genéricas que se han ido difundiendo estos días.
No obstante, como se suele decir, en las situaciones de crisis se agudiza el ingenio. Al menos así lo están haciendo algunos comercios, que como apunta Lara, han aprovechado para la transformación digital de su tienda, "sea con la venta online o reestructurando su web", y apunta que un 80% de las empresas con las que trabaja lo han hecho así —por ejemplo academias que se han aclimatado perfectamente—. Precisamente estos servicios a través de Internet son los que han permitido que muchos comercios locales no hayan estado sin ingresar. "Han sobrevivido por los envíos a casa", que además han venido de iniciativas locales como la de #YoComproEnElche.
Con todo, Lara también coincide con Andreu en el descontento por las restricciones, "ya que los gastos serán los mismos", a lo que sumar la reincorporación de empleados para unos ingresos que se espera sean bastante menores. También tiene la percepción de que "la mentalidad no es de cerrar, pero sí existe el miedo a no poder aguantar mucho si esta situación se alarga".
Por último, y en el plano puramente económico, desde la patronal de servicios apuntan a que está habiendo problemas con los créditos ICO ya que se exigen requisitos importantes, con porcentajes de solvencia alto, "han bajado un poco, pero no mucho", matiza Andreu, quien añade que a las empresas les ha sobrevenido una situación de moratoria y deudas "y las entidades financieras no les están ayudando como deberían". Lara también tiene casos en su entorno a los que aún no han llegado las ayudas, ya que estos días la administración está saturada en muchos ámbitos.