ORIHUELA. El mes de abril es el mes señalado por el Consell para poner fin al sellado del vaso A del antiguo vertedero de La Murada, unos trabajos para los que se han destinado unos 2,5 millones de euros en el último mandato para las mejoras del sellado y la restauración ambiental en el antiguo vertedero de Proambiente. Así lo anunció ayer la consellera de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, Elena Cebrián, en una visita a la zona, en la cual se están ejecutando las obras de protección de esta antigua instalación.
En estos momentos, la Consellería de Medio Ambiente ya ha finalizado los trabajos en la zona de combustibles procedentes de residuos y ejecuta ahora las tareas de protección en los vasos A y C del antiguo vertedero. Ahora, las tareas de postclausura continuarán los próximos años, tanto dentro como fuera de la valla, con nuevos proyectos en marcha. En esta fase de vigilancia y mantenimiento de estos cuatro emplazamientos, se planea un trabajo de 30 años, y en cuyo plan ya trabaja la Consellería. El fin, que no se produzcan lixiviados y emisión de gases.
¿Cuál será el siguiente paso? En cuanto acaben las obras del vaso A, comenzarán los trabajos del vaso B, cuyo proyecto ya ha sido redactado y está pendiente de ejecución. En este caso, los trabajos de restauración ambiental en la zona contarán con un presupuesto de más de 500.000 euros. Estas intervenciones se suman a las actuaciones ya finalizas en 2017 que afectaban al vaso destinado a combustibles procedentes de residuos, también conocido como vaso D, que costaron 900.000 euros.
La consellera Cebrián aseguró que estas labores suponen "cerrar un episodio muy negro de la mala gestión, de la vergüenza que trajo las consecuencias del vertedero, así como los problemas ambientales y de salud añadidos". En este sentido, agradeció " el esfuerzo del Consorcio y a los alcaldes que han trabajado para revertir la situación y el reordenamiento y la preparación de inversiones para las plantas de transferencia. Pasamos a una gestión moderna que cumpla con los requisitos de la UE".
Hasta ahora, de forma periódica, la Generalitat traslada a los juzgados de Cieza y Orihuela el importe de las facturas de las obras realizadas, dentro de los procedimientos judiciales en los que está personada contra los antiguos dueños de la instalación. En su momento se descubrió que los vasos no estaban bien impermeabilizados, que surgieron problemas de lixiviados y también se estudia los enterramientos ilegales de basuras en fincas cercanas. Todos estos hechos se investigan en piezas separadas.
En este caso, las actuaciones realizadas y previstas quieren reparar el daño producido por los lixiviados, el agua contaminada como resultado de la acumulación de residuos en la zona, y que, debido al abandono que venía sufriendo esta instalación hasta intervenir la administración autonómica, había llegado a alcanzar ramblas, barrancos e incluso las cunetas de la carretera CV-872, que va desde la Murada hasta el propio vertedero.
El encuentro de ayer también reunió al secretario autonómico de Medio Ambiente y Cambio climático, Fran Quesada, y el director general de Cambio Climático y Calidad Ambiental, Joan Piquer, junto con presidente del Consorcio Vega Baja Sostenible, Manuel Pineda, y otros miembros de la entidad.
Pineda afirmó que "esto se tendría que convertir en un centro de interpretación de lo que no debe pasar nunca más".