Quien realmente tiene la batuta es la inflación y sigue siendo el 'hombre del saco', tanto para bancos centrales como para gobiernos como explica el analista
MADRID. En la última reunión de política monetaria de la Reserva Federal estadounidense (FED) todo parecía ir según lo esperado por el mercado. Una subida de 75 puntos básicos, la que podría ser la última de tal intensidad de este proceso de alzas que ya sitúan los tipos de interés en el rango 3,75%-4%. Los mercados tradujeron la decisión como moderada y el dólar estadounidense empezó a depreciarse, los índices internacionales -y sobre todo los de Wall Street- empezaron a subir con fuerza, manteniendo el contexto de alzas visto durante todo el mes de octubre.
Sin embargo, como todo en la vida, en el detalle está la clave. Treinta minutos después era el turno de Powell, y su rueda de prensa arrancó inicialmente según lo esperado, sin aspavientos. Pero parecía que el mercado también esperaba un comportamiento de 'pump and dump' -inflar y tirar en castellano-, que ha sido recurrente en las últimas decisiones. Si inicialmente vimos una recuperación en los mercados, ahora tocaba esperar el momento en el que el mercado se diera la vuelta. Y no decepcionó.
De entre todas las preguntas que fueron formuladas por los miembros de la prensa, una lo cambió todo. Esta hacía referencia a las consideraciones que podría tener la Fed sobre un giro en su política monetaria y que si el Comité Federal del Mercado Abierto (o FOMC) de la FED tiene presente la posibilidad de pivotar en sus decisiones. Aquí Jerome Powell pudo parecer que pecó de 'novato' y sin embargo fue tajante en su respuesta: "La FED no tiene actualmente en su hora de ruta el pivote en la política monetaria", o algo parecido. En ese momento, los mercado entendieron que la Fed va a continuar con su política agresiva y no contempla para los próximos meses echar el freno a las alzas en los tipos de interés.
Todo lo recuperado por el mercado en treinta minutos se desvaneció en tiempo record, que actuó acorde a las consecuencias de las palabras del presidente de la FED, Jerome Powell. ¿Qué esperaban? Parece que el mercado está queriendo meter con calzador el pivote como su fuera un lobby que ejerza presión e influencia en el que es a día de hoy el organismo monetario más importante del mundo. Pero quien realmente tiene la batuta es la inflación y sigue siendo el 'hombre del saco', tanto para los bancos centrales como para los gobiernos.
La poca esperanza que quedó la semana pasada se centró en los datos de empleo del viernes, las nóminas no agrícolas. La publicación del viernes mostró que el mercado laboral aún está ajustado, por lo que la FED seguirá comprometida a reducir la inflación con más aumentos de tipos. Sin embargo, los mercados financieros hicieron caso omiso y la relación euro/dólar se disparó hasta niveles superiores de 0,99 unidades.
Hay veces que los mercados no reaccionan como debieran, pero como bien sabemos pueden aguantar más tiempo irracionales de lo que nuestras carteras de inversión pueden mantenerse solventes.
Darío García es analista de XTB