MADRID (EP) LaLiga Santander dará este sábado inicio a su nueva temporada 2020/21, con el Real Madrid defendiendo título, con Leo Messi todavía como emblema y también con el objetivo de recuperar su mejor brillo para tener su ansiado protagonismo internacional en una campaña que arrancará todavía con la amenaza de la pandemia de coronavirus.
El torneo doméstico echó el cierre a su campaña 2019/20 el pasado 19 de julio y, menos de dos meses después -aunque LaLiga SmartBank no terminó hasta el 23 de agosto tras el 'caso Fuenlabrada'-, vuelve a andar con una edición simbólica, la 90ª, que se vuelve a presentar abierta y llena de incógnitas.
Será un inicio todavía marcado por la Covid-19, que obligó a todas las ligas europeas a detenerse en marzo. La española pudo reanudarse en junio a puerta cerrada y disfrutar de sus últimas once jornadas que terminaron por coronar al Real Madrid, que tratará de defender su título, algo que le ha resultado desde la época de la 'Quinta del Buitre' casi siempre difícil.
Los de Zinédine Zidane tendrán como principales rivales al FC Barcelona y al Atlético de Madrid, y con el Sevilla como posible alternativa. El conjunto hispalense salvó el honor del fútbol nacional con la conquista de la Liga Europa y ahora tratará de aguantar en regularidad a los tres 'grandes'.
Una Liga Santander que contará con tres ascendidos que ya conocen lo que es la máxima categoría como el Cádiz, que vuelve tras 15 años de ausencia y el paso por la Segunda B, el Huesca, que ya debutó en la 2018-19, y el Elche, descendido administrativamente en 2015 y que ha vuelto pese a pisar también la División de Bronce.
El coronavirus y los retrasos para poder acabar las competiciones europeas también dejarán un inicio incompleto en sus dos primeras jornadas para dar descanso a los que participaron en Champions y Liga Europa y al último en ascender, por lo que no será hasta la tercera jornada cuando ya se vea una con los 20 participantes, cuya habitual pretemporada y carrusel de amistosos también se ha visto afectado.
Una temporada que arranca sin el tradicional gran fichaje de todos los veranos. Joao Felix (Atlético), Antoine Griezmann (FC Barcelona) y Eden Hazard (Real Madrid) fueron las grandes inversiones del pasado año, unos desembolsos que, aunque el mercado permanece abierto hasta el 5 de octubre, no parece que se vayan a repetir, por lo que ningún 'crack' vendrá a traer más brillo.
Sin embargo, en este sentido, la mejor noticia es la de mantener a uno de sus grandes referentes a la espera de que alguno de los tres mencionados despierte tras un primer año gris. Leo Messi amagó con dejar el FC Barcelona y aunque Javier Tebas dijo que la marca no se resentiría tanto como si hubiese pasado antes, la realidad es que el adiós del argentino, dos años después del de Cristiano Ronaldo, y tres después del de Neymar, habría sido un golpe duro para una competición que han perdido algo de protagonismo y competitividad en lo futbolístico.
Los números dicen que en las dos últimas temporadas, coincidiendo con la marcha del de Madeira del Real Madrid, los registros goleadores han bajado y no se pudo superar la barrera de los 1.000 goles y ningún equipo alcanzó la centena de goles.
Sin premios individuales
En cambio, la Premier inglesa, su gran rival en Europa, lo sigue consiguiendo e incluso la Serie A italiana fue mucho más productivo pese a las connotaciones que hay siempre sobre el 'Calcio' con una espectacular cifra de 1.154 goles, más de tres por partido. La Bundesliga también fue atractiva en lo ofensivo pese al dominio del Bayern.
Además, los reconocimientos individuales y colectivos, importantes para la 'publicidad' de la Liga, también escasearon. El 'Balón de Oro', que no se concederá este año, y el 'The Best' eran premios que en los últimos años recaían en las estrellas del campeonato nacional, pero que parece improbable que se puedan lucir esta temporada en España, mientras que la Bota de Oro, que en las últimas once campañas había salido de la Primera División, en esta ocasión se ha ido a Italia (Ciro Immobile).
Los colectivos también se han resistido en las dos últimas temporadas tras la era de dominio de 2014 a 2018 en la Champions. En las dos últimas ediciones, sólo un semifinalista, el Barça en 2019, y el único título continental ha sido el del Sevilla del pasado agosto en la Liga Europa.
Todo esto agrava el hecho de que la conquista del título no haya tenido excesiva emoción en los últimos años, aunque esto es algo más acentuado a nivel de las grandes ligas donde la pelea es casi siempre cosa de uno o de dos. Pero salvo la pasada, decidida en la penúltima jornada, las dos anteriores quedaron sentenciadas con muchas jornadas por celebrar.
Con el panorama del coronavirus, los partidos a puerta cerrada y la falta de grandes fichajes, las cosas se pueden igualar aún más en ese deseo de Javier Tebas de que nadie sume por encima de 90 puntos para que todo esté más abierto.