VALÈNCIA. El alza del precio de la electricidad, agudizada por la invasión de Ucrania, ha llevado a muchas empresas a buscar alternativas para abaratar sus costes. Especialmente aquellas cuyos consumos energéticos son intensivos en sus procesos de producción. Pero, también, por una cuestión de conciencia social y responsabilidad medioambiental para cumplir con los objetivos de descarbonización. Y, en este contexto, el autoconsumo se ha convertido en la opción a la que más están recurriendo las compañías aprovechando las grandes cubiertas que disponen en sus instalaciones.
De esta forma, y ante la actual tormenta en el mercado energético, las placas solares se han convertido en un gran aliado, precipitando una avalancha de instalaciones. De acuerdo con los datos de la Dirección General de Industria, Energía y Minas de la Generalitat Valenciana, a cierre de 2022, la Comunitat Valenciana contaba con 47.103 usuarios para 46.313 instalaciones de autoconsumo repartidas entre las tres provincias. De ese total, el 4,3% correspondía a la industria, con 2.025 empresas con suministro de autoconsumo, mientras que el resto era de uso doméstico.
En cuanto a la potencia en la región, de los 605.148 MW instalados, 329.691 MW corresponden a la industria valenciana, lo que supone el 54% del total. Por detrás está la vivienda, que acapara el 31,8% con 191.773 MW. "Los altos precios de la electricidad motivados por la incertidumbre causada tras la invasión de Ucrania, así como el impulso de las ayudas contempladas dentro de los Fondos de Recuperación del Gobierno han generado que el autoconsumo siga batiendo récords en nuestro país", explica José Donoso, director general de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF).
Además, señala que se están empezando a poner en funcionamiento los primeros proyectos de autoconsumo colectivo y comunidades energéticas en la Comunitat Valenciana, "una tendencia que irá aumentando e impulsará todavía más al sector", destaca.
Asimismo, señala que otros factores que justifican este 'boom' son la eliminación progresiva de las barreras administrativas y los incentivos locales. "Esto está generado un efecto demostración que va a hacer que el autoconsumo se convierta un elemento tan habitual en nuestras viviendas y negocios", subraya el director general de UNEF.
De hecho, a nivel nacional también se han alcanzado cifras récord. Según un Informe de la Asociación de Empresas de Energías Renovables, en 2022 se fijaron en España 2.649 MW de autoconsumo. De ellos, el 39% (1.024 MW) fueron en hogares y el 61% (1.625 MW) en instalaciones industriales. Además, en España se realizaron 217.248 instalaciones residenciales y 23.096 de tipo industrial, según el estudio.
Unas cifras que confirman la clara apuesta empresarial por esta alternativa. Y los ejemplos son evidentes tanto por parte de grandes compañías como de pymes valencianas. Este es el caso de Mercadona, que prevé invertir cerca de 60 millones de euros este año en la instalación de más paneles solares en sus cubiertas. La compañía que preside Juan Roig ya tiene implementado este sistema en varias tiendas desde 2021. Actualmente se nutre de esta fuente de energía renovable en 114 tiendas, nueve bloques logísticos, tres colmenas y en las recién estrenadas oficinas que tiene ubicadas en Albalat dels Sorells (Valencia).
Pero no es la única. También Danone avanza de forma decidida en la descarbonización de su negocio con su primera instalación solar en su fábrica de Aldaya, para lo que ha invertido 2,2 millones de euros. Será la planta solar más grande y con mayor potencia de la compañía en Europa, con un total de 5.680 placas fotovoltaicas, que permitirán reducir anualmente más de 735 toneladas de CO2, el equivalente al que absorberían 49.000 árboles plantados en un año.
También el Grupo Ubesol se suma al autoconsumo y ha invertido 1,5 millones de euros para colocar 4.800 paneles solares en sus dos fábricas. Una ubicada en Atzeneta d’Albaida (Valencia), que es especialista en la fabricación de productos textiles y toallitas húmedas para el cuidado personal y del hogar, y la de Laboratorios Maverick, en Ulldecona (Tarragona), que acoge uno de los mayores laboratorios de Europa para el desarrollo de productos de cuidado personal como champús, geles de baño y desodorantes.
La valenciana Fermax ha hecho lo mismo en su sede central de Valencia, lo que le permitirá ahorrar un 30% del consumo eléctrico, mientras que Importaco ha invertido 3,6 millones en cerca de 10.000 paneles solares con las que pretende cubrir el 14% de autoconsumo energético en sus centros productivos.
Asimismo, Ford Almussafes ha puesto en marcha este año una nueva planta de energía solar con el fin de alcanzar los 10 MW de potencia máxima para 2024. La instalación se ubica en una zona no productiva de la planta valenciana, que abarca dos zonas de paneles solares capaces de producir cada año la energía equivalente al funcionamiento de 1.400 hogares medios.
Un desarrollo que se enmarca en el objetivo de la firma de avanzar hacia un futuro más sostenible. Y es que para 2035, la multinacional se ha comprometido a que todos los vehículos que venda en Europa sean eléctricos cero emisiones, y tiene como objetivo la neutralidad en toda su huella de carbono europea tanto en instalaciones como en logística y proveedores.
