ALICANTE. Además de firmar los peores registros en las últimas cuatro Ligas, el Hércules de Siviero tiene en los minutos finales un auténtico agujero negro por el que se le han escapado la cuarta parte de los 24 puntos disputados.
Los blanquiazules se han dejado por el camino seis puntos, al encajar goles en el último cuarto de hora de cuatro partidos; concretamente, dos empates se convirtieron en derrotas y dos victorias en empates en Liga.
En cuanto a los empates que se convirtieron en derrota, el primero llegó en la jornada cuatro con el Cornellà, cuando se perdía el primer partido del presente curso liguero al encajar un gol en el minuto 85: Enric Gallego rompía el empate a cero al aprovechar un mal despeje de Falcón; el segundo se producía este domingo, en la Ciudad Deportiva de Villarreal, cuando se encajaba la tercera derrota de la presente Liga, al recibir en el minuto 92 un tanto del local Raba que rompía el empate a un gol que reinaba en el marcador desde el final de la primera mitad.
Por lo que se refiere a las victorias que se quedaron en empate, tenemos los dos los puntos que en la segunda jornada se dejaron los de Siviero en El Collao, al empatar para el Alcoyano Antonio Navarro en el minuto 83 (tras un grave error de Peña) un partido que ganaba el Hércules desde la primera mitad y los dos puntos que se perdieron en la jornada cinco con el Badalona que empataba un choque que perdía en el Rico Pérez desde el minuto 38: el gol visitante lo anotó Coulibaly en el minuto 78.
En Copa también
Por cierto, si extendemos nuestro análisis a la Copa del Rey, hay que recordar que el rival de segunda ronda, el Lorca Deportiva forzó la prórroga con un gol en el minuto 89 obra de Manuel Sánchez.
Una victoria pero con gol en contra al final
No son los anteriores los únicos tantos que los blanquiazules han encajado en los compases finales y es que en la victoria sobre el Deportivo Aragón de la jornada liguera número siete, el visitante Albert Torras recortaba distancias en el minuto 87.
Goles que no llegan
La suerte se muestra esquiva con el Hércules en el tramo final de los partidos, no solo cuando se trata de encajar goles, también de anotarlos.
Por ejemplo, en la jornada sexta con el Ebro, Rubiato marcó para los locales en el arranque de la segunda mitad pero en los compases finales Peña se encontró con que Salva de la Cruz le sacaba un balón de gol y encima, el árbitro tarraconense Subirats Matamoros se tragaba un claro penalti por manos de Pajarero. La de Zaragoza fue la segunda derrota de la temporada pero bien pudo haber sido un empate, visto lo visto.