vals para hormigas / OPINIÓN

La responsabilidad

24/05/2023 - 

Andreu Buenafuente y Berto Romero llevaron su programa Nadie sabe nada de gira por Latinoamérica. Visitaron México y Argentina, donde se demostraron dos cosas: el tirón que tienen ambos cómicos en todo el ámbito de habla hispana y la capacidad de adaptación al caos que tiene la radio, el único medio de comunicación que ha demostrado saber sobrevivir en la jungla de las nuevas tecnologías, ya que al otro lado del charco, este programa se escucha por medio de podcasts. Durante su intervención en Buenos Aires, Buenafuente preguntó qué diferencia horaria tiene Argentina con España. Cuatro o cinco horas, depende, le contestaron. ¿Y eso quién lo decide, el Gobierno?, preguntó el de Reus, con cierto retintín. No, ustedes, vociferó toda la platea. En efecto, allá no cambian la hora, así que la diferencia se rige por los caprichos europeos. La anécdota es muy elocuente, por muchos motivos. El que me sirve a mí para continuar componiendo este vals es que en el álbum de sospechosos habituales, nunca metemos nuestra fotografía. El primer indicio siempre se lo achacamos a los demás. Nunca tenemos la culpa de nada, si me permiten parafrasear el título del estupendo programa del tándem catalán.

Pero no es verdad, claro. O no siempre. Por ejemplo, si yo ahora decido que no voy a aprovechar la última semana de la campaña electoral para hablar de política, no debo escudarme en pensar que este periódico me ha pedido que lo haga. No es frecuente, de hecho nunca han dirigido mis pasos en los casi siete años que llevo aquí, pero podría suceder. Pero no, en este caso, la responsabilidad es solo mía. Igual que si tiro mis colillas al suelo, si arrojo botellas de plástico al mar o si eludo mis obligaciones con el fisco. Sigamos con las botellas de plástico en el Mediterráneo. Si es el hijo que no tengo el que la arroja, la culpa es suya, por hacerlo, y mía, por permitirlo. Si los océanos están saturados de microplásticos, la culpa es de quienes no somos capaces de recoger la botella para destinarla a un contenedor y de todos los gobiernos del planeta, que no son capaces de solucionarlo. Ahora que llega el máximo nivel de responsabilidad que le corresponde a cada ciudadano, piensen en esta reflexión antes de votar. Y si me han creído cuando les he dicho que no iba a hablar de política, la responsabilidad es mía, por mentir. Por haberme creído, a ustedes no se les puede imputar ningún pecado.

En efecto, tenemos cita con las urnas el domingo que viene y no parece que haya nada resuelto en los principales bastiones de la Comunidad Valenciana. Nos encaminamos a una serie de empates, que siempre he considerado el mejor de los resultados en unos comicios, salvo por el leve matiz de que en este país no sabemos negociar. Yo, lo único que tengo claro es que pringo todo el domingo, perdón por el ripio, y que el 29M lo voy a dedicar en exclusiva a salirme de todos los grupos de whatsapp creados para la ocasión por los partidos y sus candidatos. También parece que va a llover, lo cual elimina la posibilidad de achacar la abstención al buen tiempo y la proximidad de las playas. Así que voten, entiendan que es suya buena parte de la responsabilidad de lo que suceda en los cuatro años posteriores y no se preocupen, que aquí estaremos para contarlo.

@Faroimpostor

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