ALICANTE. No pudo ser, el Alcoyano se quedó sin ascenso a Segunda B este sábado, después de que el Atzeneta le derrotase en la final del 'play-off' exprés en el grupo VI de Tercera.
Ahora bien, el conjunto de Vicente Parras cuenta con una segunda oportunidad gracias a su condición de primero cuando se canceló la Liga regular: un 'play-off' de repesca cuyo formato exacto aún ha de definir la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que tiene que pronunciarse sobre el partido Portugalete-Sestao River, la final del 'play-off' exprés en el grupo IV que era aplazado por un caso de infección por Covid-19 en el primero. Del resultado del mismo depende que se determine la nómina exacta de los 'campeones no ascendidos' (el Portugalete fue el primero de su grupo) que podrán luchar por las dos plazas todavía vacantes en Segunda B.
El asunto tiene miga porque como los test de Covid-19 que se han practicando a los jugadores del Portugalete revelen la existencia de un brote, la RFEF tendrá otra patata caliente sobre la mesa que puede afectar no solo a esta repesca, también al calendario del curso 2020/21 en Segunda B y Tercera.
Exceso de responsabilidad común a todos
Vicente Parras definía el partido de su equipo ante el Atzeneta como "el peor de la temporada en el momento más inoportuno" y apuntaba a un "exceso de responsabilidad" y "ansiedad". Ahora bien, el preparador alicantino cree que lo anterior también le habrá ocurrido al resto de participantes en el 'play-off' de repesca de manera que abogaba por "aferrarse lo que nos queda y aprovecharlo".
