La reforma de otro colegio saturado en Calp tendrá que esperar, el concurso queda desierto

CALP.  Las obras de reforma y ampliación de uno de los cuatro colegios saturados de Calp tendrá que esperar. Ninguna empresa ha presentado ofertas dentro del proceso de licitación para mejorar este centro educativo, pese a que la cuantía que se ha dispuesto es elevada, cerca de medio millón de euros. El recinto académico afectado es el Colegio de Educación Infantil y Primaria Azorín, donde hace años que se espera una actuación para habilitar espacios comunes de los que carece.

La actuación en cuestión consiste en la construcción de un gimnasio y la reforma de la sala de usos múltiples, que requiere una intervención urgente ante los daños que presenta. Para todo ello se había consignado una partida de 489.846 euros para poder ejecutar los trabajos de mejora de la sala y la construcción de un gimnasio para el colegio. 

Estas obras tiene que ser costeadas por el Consell, pero dentro del Pla Edificant; una herramienta del Consell que permite a los municipios edificar, reformar colegios y dirigir las obras mediante una cesión de competencias, pero quien paga los trabajos es la Conselleria de Educación. En el caso del colegio Azorín hace varias semanas que se abrió el concurso, el proceso de licitación. 

Durante este tiempo las empresas constructoras interesadas podían haber presentado sus ofertas para hacerse con los trabajos, pero ninguna mercantil ha optado a esta actuación. Por tanto el concurso se ha quedado desierto. Esto supone que la obra de ampliación y mejora del Azorín se retrasará en el tiempo, dado que en caso de haberse adjudicado comenzarían en cuestión de unas semanas o poco más de un mes.

Ahora, tal y como han informado desde el Ayuntamiento de Calp se va a proceder a revisar el proyecto con el fin de volverlo a sacar a concurso e intentar desbloquearlo en los próximos meses. La  idea es aprovechar los meses de verano para ver si es posible mejorar el plan de obra y hacerlo más atractivo para las empresas constructoras.

En estos momentos no se descarta solicitar más dinero a la Conselleria de Educación, si finalmente no se encontrará una empresa con la cantidad consignada. Estas cifras no las fija el Ayuntamiento, sino que los consistorios hacen una memoria para solicitar entrar en el Pla Edificant y luego es Educación quien determina la cantidad a invertir en cada centro según las obras que se quieran hacer, generalmente, siempre baja las pretensiones económicas de los consistorios.

Todos los colegios saturados

Que esta obra haya quedado desierta complica todavía más la situación educativa de Calp, donde todos los colegios están saturados y entre todos tienen que dar cabida a 500 estudiantes más de las plazas de que disponen. Muchos de ellos tienen que echar mano de espacios comunes como salas de reuniones, seminarios de profesores o laboratorios para impartir clases. 

Esta situación ha sido denunciada ya en varias ocasiones por la alcaldesa de Calp, Ana Sala, quien ha reclamado al Consell la construcción de un quinto colegio en la población donde distribuir mejor  los casi 2.000 alumnos que hay en estos centros. Sala ha exigido a Educación que preste más atención a la población y que no “ponga en riesgo la calidad de la enseñanza de los estudiantes de Calp”.

Centros antiguos

Sala ha recordado que todos los centros están saturados y albergan a más jóvenes de las plazas para los que estaban concebidos. Es más ha recordado que un centro que iba a cerrarse en 2005, por ser antiguo y por la apertura de otro, tuvo que ser puesto otra vez en funcionamiento ante la falta de plazas en Calp. Se trata del actual CEIP Oltà, antiguo colegio Paternina. 

De forma paralela, Calp reclama, además un nuevo instituto. En este caso la situación es igual o más flagrante, porque el único centro de secundaria y bachillerato, el IES Ifach, donde acuden 1.100 estudiantes pese a haber sido concebido para 500 cuando se abrió hace ya varias décadas. En este caso, el consistorio estaba inmerso en los primeros pasos del proyecto, la redacción del plan de obra y la dirección de los trabajos, por 702.000 euros. El nuevo instituto será una realidad en el polígono Gargasindi, en unos terrenos de más de 16.000 metros y con una inversión de 12,7 millones de euros.