ALICANTE. El proyecto promovido por la empresa Aquaculture para poner en marcha la que se convertiría en la primera piscifactoría de Alicante encalla, por el momento, ante la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Generalitat. El departamento autonómico ha requerido informes adicionales antes de resolver si procede conceder autorización para el desarrollo de las instalaciones. En concreto, según fuentes consultadas, Pesca ha solicitado la presentación de un proyecto de ejecución, además de un estudio económico para valorar la viabilidad del proyecto. Por lo pronto, con esa petición de información adicional, el visto bueno de Pesca podría demorarse como mínimo cerca de cuatro meses.
Hasta ahora, la propuesta de Aquaculture sí habría recabado informes favorables del área de Evaluación ambiental, después de que se haya establecido la necesidad de realizar al menos seis análisis anuales sobre el agua empleada en las instalaciones, diseñadas en tierra seca, en una nave del muelle 11 del Puerto de Alicante. Según fuentes consultadas, se trata del doble de la cifra de análisis establecidos en la legislación para piscifactorías convencionales.
Entre tanto, Aquaculture ya dispone de autorización provisional por parte de la Autoridad Portuaria de Alicante para desarrollar su proyecto a la espera de poder tramitar una concesión de superficie definitiva, en cuanto complete la tramitación del conjunto de las autorizaciones necesarias para ejecutar las obras. Entre ellas, la obtención de licencia municipal, también en trámite ante la Concejalía de Urbanismo que dirige Adrián Santos Pérez (Cs), después de que la Agencia Local de Desarrollo haya considerado la propuesta como proyecto de tramitación prioritaria.
El proyecto sí ha superado la evaluación ambiental tras la imposición de realizar seis análisis anuales sobre el agua de las instalaciones, el doble de lo habitual
Como informó Alicante Plaza, el proyecto comprende la construcción de una nave de engorde de alevines de seriola, una especie de pescado conocida comúnmente como lechola. La piscifactoría tendría una capacidad de producción de 500 toneladas anuales en cuatro cosechas destinadas fundamentalmente a la exportación. En concreto, salvo un pequeño margen que se destinará al mercado interior, cerca del 95% del pescado se venderá en Japón, donde la seriola es la segunda especie más valorada después del atún rojo.
De acuerdo con la propuesta de la empresa, la nave a construir tendría unas dimensiones de 70 x 70 metros y se situaría sobre una parcela de 8.000 metros cuadrados íntegramente en tierra. Se trata de una piscifactoría en circuito cerrado que extraerá el agua del propio recinto portuario para someterla a un sistema de entre 45 y 50 filtrajes por hora para conseguir una calidad óptima.
La compañía, con sede en Alicante y con inversores alicantinos, prevé invertir 1,96 millones en la construcción de las instalaciones, que supondrán la creación de 17 puestos de trabajo fijos, además de otros 60 durante el desarrollo de las obras.