ALICANTE. De referente imprescindible para la navegación, a espacio turístico-recreativo con servicio de restauración (sin perder de vista su función original). Salvo cambio de rumbo inesperado, esa parece ser la evolución que puede acabar teniendo el faro del Cabo de las Huertas: el edificio propiedad de Puertos del Estado, que queda adscrito a la Autoridad Portuaria de Alicante.
Por lo pronto, el consejo de administración del Puerto prevé aprobar este jueves la convocatoria de un concurso público para conceder su explotación como espacio destinado a la hostelería por un plazo inicial de 15 años, con posibilidad de prórroga por otros cinco años adicionales. Su concesión queda ligada, eso sí, al pago de un canon anual y a la rehabilitación arquitectónica de su torre y de sus edificaciones anexas.
El faro fue inaugurado el 15 de agosto de 1856, provisto una lámpara de aceite de resorte que proporcionaba luz blanca y que tenía un alcance de 10 millas. Su lámpara fue sustituida pronto por otra de mecha para petróleo y parafina. Desde entonces, sufrió varios cambios.
Su explotación saldría a licitación por un periodo inicial de 15 años prorrogables en otros 5
Entre ellos, en los años 1918 y 1921 se le dotó de una nueva linterna cilíndrica, pantallas giratorias y una instalación luminosa de acetileno que aumentó su alcance hasta que en 1935 se procedió a su electrificación. Además, a principios del siglo XX también se ejecutó una ampliación, que permitió añadir dos alas laterales alineadas con la fachada posterior.
Junto al faro, se habilitó un edificio y un almacén que quedarían acondicionados y rehabilitados ahora con la intención de que pudiesen prestar servicio de restauración. La torre que acoge el faro quedó recogida en la propuesta de catálogo de protecciones elaborada durante el pasado mandato con un grado de protección integral. Además, en el entorno del faro se situó la Torre del Cabo de las Huertas, uno de los baluartes que forma parte del conjunto de las Torres de la Huerta declaradas BIC por el Ministerio de Cultura en 1997.