LA NUCÍA/ALICANTE. Vaya por delante que Rubén Torrecilla ni es el único culpable ni aquel sobre el que cae mayor cuota de responsabilidad respecto a la situación que atraviesa el Hércules, pero ya se sabe que la cuerda se rompe siempre por el lado más débil y por eso el entorno pone el foco en él a siete jornadas para la finalización de la fase regular.
En la sala de prensa del Olímpic Camilo Cano y con los gritos de parte de los aficionados desplazados hastaLa Nucía pidiendo su dimisión de fondo, el preparador blanquiazul sacó a relucir su lado más vehemente para aderezar su ya habitual análisis de los encuentros un tanto alejado de la realidad.
"Sabía la plaza a la que venía, la exigencia que hay. Toca seguir trabajando, ganar partidos porque todavía tenemos posibilidades de ascender", señalaba Torrecilla al tiempo que reconocía su enfado con el hecho de que se pida su cabeza: "Molesta cuando hace muy poco devolvimos la ilusión a la gente, cuando hace dos meses éramos líderes; con 17 jugadores nuevos, algunos en formación, a lo mejor el campeonato de grupo se nos va, pero estamos en 'play-off' [...] estamos haciendo nuestro trabajo, lo estamos dando todo; a mí nadie me puede decir que este Hércules no corre. Salimos a ganar", apuntaba el técnico, antes de insistir en que el partido firmado por los suyos había sido "para ganarlo", que lo habían intentado "por todos los medios; por fuera, por dentro, con tiros desde la frontal, hemos acumulado mucha gente", pero La Nucía "había defendido muy bien".
"En el fútbol no hay memoria"
"Igual que antes éramos muy buenos ahora somos muy manos; en el fútbol no hay memoria", se lamentaba también en voz alta, antes de reafirmar que esto "va de acierto y cuanto más llegues al área más opciones tienes de marcar": "Cuando un equipo se encierra en su área y te da la pelota [...] el acierto no está de nuestro lado. Suspendemos porque no hemos ganado", señalaba el entrenador, asegurando también que con uno menos habían ido "a ganar el partido" y que las ocasiones claras del rival en esa fase del choque habían llegado porque "el ansia de ganar hace que te desordenes".
Por cierto, Torrecilla calificó como "injusta" la expulsión de Josema y justificó su decisión de recomponer la defensa con la entrada de Nolan por Javi Moreno porque "no tenía ningún mediocentro que pudiera hacer de central, hubiese sido un suicidio".
Artiles hace de improvisado portavoz del vestuario
La salida del equipo de la Ciudad Deportiva de La Nucía fue accidentada, toda vez que un centenar de los más de 600 aficionados desplazados se rebeló contra los suyos, tratando de bloquear la salida del autobús oficial. Al final, la acción de la Guardia Civil y de la Policía Local de La Nucía permitió que el Hércules pudiera iniciar el viaje de vuelta hasta Alicante capital, concretamente hasta el estadio Rico Pérez donde prácticamente los mismos que habían cargado contra jugadores y entrenador a las puertas del Camilo Cano les recibieron de uñas. En este caso fue la presencia de efectivos de la Policía Nacional la que evitó que las protestas fueran a más... hasta le punto de que alguno de los integrantes de la plantilla blanquiazul llegó incluso a hablar con los aficionados concentrados. Fue, concretamente, el lesionado José Artiles, quien como improvisado portavoz del vestuario se responsabilizó de la situación ante los herculanos presentes, quienes en su mayoría acogieron bien sus palabras.
"No llevamos aquí los diez años que llevan ustedes aguantando, pero este es el equipo todos y tenemos que ir juntos. Somos autocríticos, ahora mismo no estamos en un buen momento", señalaba el mediapunta, quien también hizo notar el malestar de los jugadores con alguno de los hechos acaecidos minutos antes en La Nucía, cuando el autobús del equipo abandonaba el Olímpic Camilo Cano.
