PETRER. El pleno de la Mancomunidad Intermunicipal del Valle del Vinalopó ha aprobado sacar a concurso la contratación de una empresa especializada en el control de las aguas residuales de tipo industrial de los cuatro municipios que conforman este organismo: Elda, Petrer, Monóvar y Sax. El objetivo es evitar que lleguen a la estación depuradora fluidos como el níquel y el selenio que la actual planta es incapaz de depurar y, por tanto, se vierten al cauce.
La presidenta de la Mancomunidad y alcaldesa de Petrer, Irene Navarro, ha explicado que antes de la aprobación de la licitación de este servicio, el organismo encargó la elaboración de un Plan Mancomunado de Control de Vertidos de Aguas Residuales, ya que fue solicitado en mayo del año pasado por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). El expediente de dicho plan acabó a finales de octubre de 2020 y se abrió un periodo de alegaciones de los propios ayuntamientos y de la Confederación para elaborar el documento final aprobado por el pleno y que será remitido al organismo que vigila los vertidos al cauce del río.
“Estamos en vías de solucionar un tema que se arrastra desde hace quince años”, ha señalado la presidenta, quien ha recordado que, desde 2005, la CHJ viene aplicando un canon por el vertido de aguas depuradas que contienen metales que la planta no es capaz de depurar. De ahí que, con el actual contrato de inspección en las propias arquetas de las zonas industriales, se pretenda identificar si hay empresas que están vertiendo de manera indebida este tipo de metales muy contaminantes a la red pública de aguas residuales.
Además, el pleno de la Mancomunidad ha aprobado prorrogar la gestión de la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) por un año como máximo, ya que se dispone de todos los informes y del pliego de condiciones para sacar a licitación el servicio. Paralelamente, la CHJ ha expuesto a información pública el proyecto de adecuación de la EDAR y de las infraestructuras necesarias para la reutilización de las aguas depuradas para uso agrícola y los vertidos al río Vinalopó.
Las obras proyectadas están valoradas en 11,3 millones de euros y van a consistir en colocar una nueva arqueta de alivio y control de caudal, sustituir el equipo de pretratamiento, instalar una arqueta de reparto, así como nuevos reactores biológicos, recircular los fangos en decantación secundaria, sustituir equipos del edificio de soplantes, realizar un nuevo tratamiento terciario, instrumentalizar, controlar, urbanizar y crear un nuevo acceso a la EDAR.
Con esta inversión, la planta depuradora también tendrá una mayor capacidad para eliminar y filtrar metales, lo que, unido al control de las inspecciones en origen, evitará el pago del canon por vertidos a la CHJ y mejorará considerablemente la calidad del agua reciclada tanto para el mantenimiento del caudal ecológico como para su reutilización por los regantes y labradores de la zona.