Dos empleadas en una fábrica de hilo de la provincia de Alicante, en una imagen de archivoALCOI. Empresas, con servicio de tintorería, que disponen de máquinas para desinfectar mascarillas a más de 90 grados de temperatura. O que se ofrecen para lavar sábanas, entregar batas y gorros. Cualquier ayuda, por simbólica que pueda resultar, es imprescindible en la llamada colectiva para combatir el COVID-19 también desde el sector textil, que no se rinde en la labor altruista de todo lo que esté en su mano.
Así, desde el Consejo Intertextil Español (CIE) han llevado a cabo una serie de acciones realizadas hasta el momento como respuesta a la solicitud llevada a cabo por el Gobierno, a raíz de la declaración del estado de alerta, siendo el sector uno de los que cuenta con actividades que se encuentran definidas entre las "producciones industriales críticas". Las asociaciones que conforman el CIE, ATEVAL y TEXFOR han solicitado a las empresas que informen sobre sus capacidades productivas, disponibilidad de materias primas y recursos. La petición se concreta especialmente en telas no tejidas para la fabricación de tissues/toallitas y de equipos de protección, como las mascarillas; textiles para equipos de protección: uniformes médicos o equipos de protección individual en las industrias y en los laboratorios.
Alrededor de un centenar de empresas han colaborado de forma activa, según el CIE, informando sobre las necesidades requeridas. Como ha avanzado su secretario general, Pepe Serna, lo han hecho "ofreciendo información sobre fuentes de aprovisionamiento a nivel global", que pueden proveer material sanitario de primera necesidad y materias primas para fabricar a nivel nacional. Desde el Consejo Intertextil Español agradecen la colaboración, participación y la información aportada por las empresas en esta crítica situación.
Golpe de efecto también para el textil: de la oportunidad ante China a pensar en cerrar
