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el sector de la cortada y la planta ejemplar ha perdido entre el 50 y el 80% de la campaña

La remontada de las flores: de una pandemia sin color a la supervivencia del 'no perecedero'

5/05/2020 - 

ALCOY. "Solo necesitamos que la gente ponga color en sus casas, que compren flores, y que empiecen a comprar a cascoporro. Si no, será difícil que esto remonte". No es tanto la fecha del calendario -esta cuarentena ha puesto en jaque días muy asiduos a las flores, como el primer domingo de mayo, dedicado a la madre-, como el abandono del invierno y la entrada a la primavera, propicio al florecimiento de la naturaleza. "La fecha de San José es propensa al nacimiento de casi cualquier tipo de flor, además de la enorme producción que solemos hacer para los pasos de Semana Santa. Después de las Madres, las comuniones, que han sido destrozadas, este año". 

Las pérdidas en el sector de la flor cortada se traducen en un 52% de producción echado a la basura. Fran es uno de los hermanos del negocio de Flores Cazorla, con su mismo apellido; un negocio que ha tenido que reducir su plantilla de dieciséis a cuatro personas, la mayoría miembros de esta familia. La empresa se dedica a la producción de flor cortada para mayoristas y floristerías, además de otra línea, enfocada a la venta directa a clientes, con sus seis hectáreas cultivadas en el municipio de Novelda. Para este último fin, cuenta con puestos en mercados centrales de la provincia, entre otros, en Alcoy, Ibi, Elda y Altea, además de los múltiples mercadillos donde también exhiben su oferta, como en Alfaz del Pi y Villajoyosa

Son los productores más grandes a escala nacional de la flor de Iris, precisamente, aquella que adorna con su morado la tradicional Semana Santa. Pero su abanico de colores reúne cerca de dieciséis tipos distintos para escoger, sin olvidar la posibilidad de montar ramos mixtos personalizados. Los clientes pueden decidir si quieren un paquete de margaritas, o por el contrario, prefieren lirios. "Llenar una página web con 200 ramos diferentes sería marear". El reparto a domicilio es, por tanto, una de las alternativas para sacar a flote al sector, muy dañado por la reciente crisis. Muchos optan por pedir flores para decorar su casa "de colores" -la realidad más cercana que están teniendo en esta cuarentena-, pero los nacimientos, cumpleaños, incluso las bodas de oro, han sido también un buen pretexto estos días. Y menos mal. "Lo celebramos todo con flores, desde siempre, no tienen por qué pasar de moda; es algo de lo que no te cansas", detalla Cazorla.

 "Es complicado reestructurar toda una empresa, pero no queda otra; son los propios vecinos los que me llaman para que les llevemos algún ramo". Aunque la venta on-line no es suficiente para su negocio, que está intentando retomar el pulso a través de plataformas locales como Vinalopop, en Facebook, dirigida a impulsar empresas locales. Encima, falta unión, algo que podría ayudar. Y es que no existe una asociación de productores de flor cortada, pero ellos saben que son agricultores, con lo que no comprenden que se les haya apartado en las secciones de los supermercados, por ejemplo. "Como productores, estamos prácticamente tocados y hundidos, ya que la producción está programada a quince días de hace cinco meses atrás, esto es, para cortar todos los días, no solamente en cuatro fechas, y no hemos tenido ningún punto de salida", lamenta Cazorla. En Alicante apenas son diez las empresas que se dedican al sector de la flor cortada. "Viveristas, flor ornamental, pues igual hay una treintena", asegura. Dos ramas absolutamente diferenciadas, explica Cazorla, dentro de este negocio. "Estamos viendo de qué manera vamos a cambiar todo esto, no nos queda otra, más de la mitad de nuestros productores se van a quedar en la calle, los expedientes de regulación temporal de empleo no sirven de nada", insiste.

"Solamente nos queda la solidaridad de los ciudadanos, que te puedan comprar un ramo, aunque las floristerías no están abriendo, hasta que vean las cosas más claras", asegura. Y, para conseguirla, ellos abren el camino. "Hemos entregado ya 400 ramos al Hospital General Universitario de Elda", explica. "Para el Día de la Madre, fuimos al asilo de Novelda para regalar ochenta ramos, uno a cada una de las mujeres que están allí, también hemos estado con Policía, Guardia Civil, todo de manera solidaria". El tema "entierros" ha sido un hueso difícil de roer. "Ha sido tan rápido, y muy doloroso para la gente", y aquellos familiares que apenas se han podido despedir de sus seres queridos en esta cuarentena. "El tema de la flor está para la alegría, y para las penas, también", eso lo tiene muy claro Flores Cazorla. 

La industria del vivero conserva la esperanza

Desde VAME, la Asociación de Viveros de la Provincia de Alicante, tienen la confianza de que su industria, como mínimo, podrá mantenerse unos meses gracias al stock. Como a la planta ornamental, o la cortada, la crisis también les ha cogido en el momento más productivo de la temporada, en plena campaña. Aunque el sector viverista aporta un matiz. "Por suerte no tenemos un artículo que sea perecedero y, dentro de lo que nos ha afectado, ya que hemos perdido cerca del 60% de la facturación anual del año en dos o tres meses, colegas que incluso hasta el 80%, la gran parte de nuestros treinta y dos socios podrá mantener la planta, siempre que no sea muy pequeña", explica Francisco Agulló, presidente del gremio viverista en la provincia de Alicante. "No la tiraremos, la tendremos que aguantar, aunque el año que viene haya más gastos, no podemos subir los precios", confiesa Agulló.

Una planta mediana o grande puede conservarse un máximo de tres, explica el portavoz de VAME. Esto ha permitido a la industria viverista alicantina un cierto respiro, entre comillas. "Muy poquitas empresas de aquí han solicitado el ERTE, entre un 35 o 45%", detalla. Sin embargo, frente a la ventaja que le sacan a la flor cortada, por su breve vida, en la contra, el servicio a domicilio. "Es más complicado en nuestro caso, ya que hacemos venta al por mayor, además de la logística, ya que una planta ejemplar puede pesar entre 100, 200, 500 kilos". Precisamente, las grandes cadenas, que dejaron de solicitar pedidos de plantas de viveros para vender en sus estanterías, que cerraron al público, parece que lo han pensado mejor el cariz que ha tomado la crisis sanitaria. "En las últimas dos semanas hemos visto un repunte en las cargas que, no siendo lo que querríamos, puede salvarnos un poco, sobre todo de cara a mantener los gastos fijos de las empresas hasta final de año", celebra Agulló. "No obstante, hay miedo con el tema de posibles impagos y retrasos por parte de estas grandes superficios", no olvida en reconocer.

Aunque la confianza tiene un límite, o, como mínimo, una fecha de caducidad. "Tenemos mucha esperanza en septiembre y octubre, es otra media temporada nuestra con la parte de jardinería y Garden Center, para salvar a las empresas, eso si hay suerte y no tenemos un repunte del coronavirus", vaticina. La exportación, que supone hasta el 75% de las ventas en el sector viverista de la provincia y se reparte en los meses de invierno, entre países como Emiratos Árabes, China, India, Japón, también podría servir de ayuda. "Se cerró todo por el gran miedo que había. Es cierto que, visto ahora, quizá se podría haber mantenido la venta de nuestro producto, ya que son bienes de primera necesidad para la gente que estaba completamente confinada en sus casas de campo y se podría haber movido mucho, con las plantaciones, por ejemplo", insiste. Él, como particular, regenta el Vivero Planta Viva, en Elche, en la que también ha habido una reducción de plantilla. "Es cierto que contamos que la ventaja de haber tenido que reinventarnos a causa de la crisis de 2008, que en Alicante nos tocó muy dura, y fuimos avispados, cambiando la forma de cultivar; las empresas han sido, de nuevo ahora, muy inteligentes". Es lo que toca, en estos tiempos donde siempre florecen nuevas ideas y mecanismos de supervivencia, también en el sector de las flores y plantas.

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