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en la frontera / OPINIÓN

La extraña pareja: Franco y Soler

11/06/2023 - 

Me lo susurraron hace una semana, estimado F., y no daba crédito: el jefe de facto del PSOE de Alicante, Ángel Franco, y el secretario provincial y ex alcalde de  Elche, Alejandro Soler, se han hecho coleguis. El yin y el yang. Soler, emblema desde el minuto cero de los defensores de Pedro Sánchez (desde antes de su sonora dimisión en 2016 para luego resurgir) y Ángel Franco, emblema de sí mismo: yo soy yo y mis circunstancias.  Y mis circunstancias actuales me dictan que me apetece volver a ser senador o, cuando menos, seguir estando en el candelabro, como dijo aquella. Ambos personajes suman fuerza cuando ya venía gestándose un frente anti-Ximo Puig con el alcalde de Mislata, Fernández Bielsa, a la cabeza, secundado por el citado don Soler y por el alcalde de Almussafes, Toni González.

La secuencia ha sido el tema político de la semana; temón.  Los de Soler proponen a Ángel Franco para la lista del Senado, Puig frena la maniobra, y Ferraz la avala dejando al todavía presidente de la Generalitat a los pies de los caballos. El juego de cambalaches se reproduce en la provincia de València (con Alfred Boix, que cae, y con el alcalde de Paterna, Juan Antonio Sagredo, que es restituido como quería el frente anti-Puig). Ha habido casi una lectura unánime en el sentido de que el también secretario general de los socialistas valencianos, PSPV-PSOE, ha salido escaldado, cuando no humillado [sic].

Independientemente de la valía personal de los frentistas a mí todo esto me huele a una cacería política anticipada en exceso: huelen a Ximo Puig como cadáver político, carroña en síntesis, y se lanzan como buitres sin esperarse, qué menos, a ver qué ocurre en las elecciones generales del próximo 23 de julio. Sabiendo además que hay un relativo consenso en la necesidad de un relevo en la dirección del PSPV-PSOE: por la pérdida electoral y una más que posible réplica el 23-J, y porque Ximo Puig ya ha quemado todas las etapas que tenía por quemar: desde sus tiempos de asesor de Joan Lerma con cargo de director de Relaciones Informativas, hasta jefe del Consell pasando por los años de alcalde de su pueblo, Morella (breve resumen). Morella, capital histórica del antiguo Reyno, ojo. Lleva toda la vida en política con el logro de no haberse socarrado del todo en ninguna de las grandes batallas del partido, también fiascos, que se sucedieron tras la pérdida de la Generalitat en 1995 (Joan Romero, Antoni Asunción, Joan Ignasi Pla, Jorge Alarte... cito de memoria).

Puig es consciente de todo ello y por eso ha dicho que se queda en Las Cortes para marcar la estrategia de oposición a Carlos Mazón y a Vox: está por ver si como presidente del grupo parlamentario o como portavoz. Y desde esa posición, en su entorno se ha sugerido que facilitará la operación de cambio en las ahora arenas movedizas del socialismo autóctono y del nacional. Iba a decir lo del relevo generacional pero mejor lo dejamos estar (Ángel Franco, estimado malgré tout , desmonta el argumento). La pregunta del millón, en este juego de futuribles, es fácil: ¿Qué van a hacer los frentistas del PSPV  si Pedro Sánchez se da un batacazo en elecciones generales? Futuribles y más futuribles, extraño aunque pertinente juego. Aunque el juego real se reduzca en estos momentos en colocarse en las listas y asegurarse un excelente sueldo público para los próximos cuatro años, lo mismo que está ocurriendo en el bochornoso espectáculo de Sumar y la entrada, in extremis, de Podemos.

La Universidad de Alicante, desde el Departamento de la Memoria Democrática, rindió un sentido homenaje el pasado martes a Toni Forat, alias Antonio Hernández Brotons, en la inauguración de la exposición de paneles Memoria LGTBQ en Alicante. Llum Quiñonero, la vicerrectora Calalina Illiescu (magnífica intervención), Juan David Santiago, Manolo Alcáraz, Natxo Bellido (en busca de autor), Rafa Mas (in péctore), las hermanas de Toni, incondicionales y protagonistas, los artistas Pepe Calvo y Eduardo Lastres... Estuvo el "casi todo" Alicante lo cual fue una satisfacción para Toni, pionero donde los haya en la defensa de las minorías sexuales disidentes (el Forat se inauguró en 1974, en pleno tardo-franquismo; hacía falta arrojo, mucho, en aquellos años, tristes). Toni lloró, se emocionó, y rabió: ejecutó un ajuste de cuentas con los que le hicieron la vida imposible, oscuros gobernadores civiles y oscuros periodistas homófobos de la Prensa del Movimiento entre otros. Lloró: recordando el suicidio de una joven lesbiana rechazada por su madre, "más mala que Rebeca, el ama de llaves". Llum Quiñonero desveló el nombre: Inmaculada Guillén. Lloramos todos. Toni, icono de la libertad. Icono de sí mismo.

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