La consellera de Obras Públicas, María José Salvador, saluda a José Manuel Orengo en Dénia. Foto TINO CALVODÉNIA. Dénia espera con ansia la aprobación en los próximos días de la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos de la Generalitat, que incluye entre sus artículos una modificación de la Ley de Puertos para posibilitar la creación de entes autonómos para los puertos de la Comunitat. Que salga adelante depende de la aritmética parlamentaria, y de la capacidad de negociación de los portavoces de PSPV y Compromís, con el resto de fuerzas, y es que Podemos se ha desmarcado del acuerdo.
Mientras en Les Corts, los síndics negocian, este martes, la consellera de Obras, María José Salvador, a preguntas de Alicante Plaza recordó, en el transcurso de una visita a la antigua Lonja de Pescadores de Dénia que ha sido reformada con el Plan Confianza aprobado hace 10 años, que en la capital de la Marina Alta “hay una reivindicación tradicional para implicarse en la gestión del puerto” con el fin de crear “un espacio de colaboración en el que el Ayuntamiento pueda implicarse en la toma de decisiones”.
Salvador recordó que el Consell ha presentado esa modificación para que en “todos los puertos de la Generalitat” los ayuntamientos que quieran “solicitar la creación de un órgano de gestión autónomo” y crear espacios “de colaboración público-privada” como los puertos donde se “dan sinergias para esa colaboración”.
Más que sinergias son concesiones y gracias a ellas la Generalitat recauda en Dénia nada más y nada menos que 4 millones de euros anuales. De todos esos importes la Generalitat devuelve a la capital de la Marina Alta, atendiendo a las cifras de inversión en 2018 y 2019, unos 200.000 euros. La propuesta de Dénia es que de esos 4 millones de euros el 40% se quede en la ciudad.
La consellera ha subrayado que eso es lo que recoge la propuesta que pide el ayuntamiento, como así hizo el pleno de Dénia con el voto de PSPV, Compromís, Podemos y la coalición independiente Gent de Dénia-Centre Unificat (el voto en contra de PP y Ciudadanos por las formas en que se convocó ese pleno, pese a compartir el fondo del asunto) hace unos meses. Pero ha destacado que se trata de un primer paso “y para crear el organismo autónomo se debe crear una Ley” y ha recordado que el Consell del Botànic ya ha constituido algunos entes similares como la Autoridad de Transporte Metropolitano de Valencia.
Además, la consellera ha asegurado que los dos últimos proyectos de obra de renovación de la línea 9 de Tram (la hermana pobre de todas las que gestiona la Generalitat) están en fase de evaluación ambiental. Se trata de los trabajos entre Teulada y Gata, y Gata-Dénia, proyectos que pasan por la conocida como Garganta de Gata así como el entorno del parque natural del Montgó, cuando el tren aún funcionaba las máquinas no pasaban de 30 km/h por la garganta de Gata como medida de seguridad.
Salvador ha explicado que la fase actual (tramo entre Benissa y Teulada) es la “más complicada” por la presencia de los puentes históricos de hierro de la antigua línea del trenet, como el del Quisi, que han tenido que se completamente remozados y adaptados tanto para seguir prestando uso como para poder soportar el peso de las nuevas unidades del tren que se fabrican en Albuixech.
Así, ha admitido que se “puede demorar un poco la llegada del tren desde Benidorm a Dénia” pero destacó que la Generalitat tiene todos los proyectos avanzados y están en la fase de Evaluación Ambiental de los dos últimos tramos. Y concluyó “esto no altera en absoluto las intenciones del gobierno de que la Línea 9 esté concluida antes de que finalice la legislatura”.
La consellera ha visitado este martes la reformada lonja de pescadores de Dénia. El edificio ha sido completamente renovado con cargo al Plan Confianza un programa inversor que en 2008 creó el entonces president de la Generalitat, Francisco Camps, para desarrollar inversiones en todos los municipios de la Comunitat en función de su población. En Dénia este plan se puso en marcha hace dos años y ahora las obras se han ido terminando, la primera de ellas la estación de autobuses.
La antigua lonja se convertirá en un museo del Mar y oficina de Turismo, conserva los materiales históricos de la misma y tiene un espacio diáfano, con un coste de 846.000 euros.
