Fachada del San Telmo, que ultima los últimos detalles antes de abrirALICANTE. La cocina creativa sigue apostando por el centro de Alicante, tanto en el área de influencia de la calle Castaños y el entorno del Mercado central como en el propio casco antiguo. El último en sumarse a la larga nómina de locales de hostelería es San Telmo, un gastrobar que pretende modernizar la cocina clásica alicantina, y que abrirá sus puertas a espaldas de la Concatedral de San Nicolás en los próximos días.
Es el último proyecto de Guillermo Guarc, Pablo del Barba y César Menéndez, todos ellos con una larga trayectoria en el sector de la provincia. Los dos primeros, además, son bien conocidos por los gourmets de la capital, dado que el primero ha sido jefe de sala de 'El Portal', donde el segundo era jefe de cocina. Además, han pasado por el 'Spoon' de Lilian Montreuil, el 'Rice' de Benidorm, 'l'Escaleta' en Cocentaina...
Pablo explica que con 'San Telmo' pretenden "recuperar la cocina alicantina, pero con un toque moderno, hacer lo de toda la vida con un formato divertido". Por supuesto, respetando la cocina de la zona. Habrá "embutidos, mucha cuchara, producto de mercado y platos tradicionales", añade Guillermo. Si un plato va a brillar en la carta del 'San Telmo', a juicio de sus impulsores, ese será el tataki de buey, un solomillo en crudo trabajado y presentado como un bistec. Entre los vinos, mucho y bueno de la zona, con Enrique Mendoza como referencia.
La sala del gastrobar, casi terminada
El pasillo junto a las cocinas"Pretendemos que 'San Telmo' sea un punto de encuentro y una referencia para la zona, que se caracterice por su buen ambiente", señala Guillermo. El público al que se dirigen es el de "30 para arriba", con capacidad para 70 personas. Según explican, el local donde abrirá el gastrobar era "una casa derruida", donde ha habido que rehabilitar a fondo: se han tirado paredes y descubierto vigas, e incluso dieron con una puerta oculta a una caballeriza al fondo.
En unos días, 'San Telmo' ampliará la oferta gastronómica en el entorno de la Concatedral y la plaza del Ayuntamiento, con su apertura entre la Pensión San Nicolás y otro de los clásicos de la zona, l'Atelier.
