La cafetería cambió de rótulo hace apenas una semana. Foto: APALICANTE. Nuevo movimiento empresarial en el sector de la hostelería en el centro de Alicante: la cafetería Magnolia, una de las más reconocibles del centro por su decoración y su zona para niños, cambia de propietarios y de nombre: desde hace una semana, uno de los locales más icónicos de la avenida de Alfonso el Sabio ha pasado a conocerse con el nombre de otra flor, tan literaria como la anterior: Camelia Café.
La operación de traspaso del negocio se cerró hace alrededor de un par de meses, pero no ha sido hasta ahora que los nuevos propietarios, unos inversores de origen argelino, han cambiado el rótulo del local según el acuerdo al que llegaron con el anterior propietario, un conocido empresario alicantino. En cualquier caso, la intención de la nueva propiedad es mantener la esencia del local, que le ha granjeado una fiel clientela desde que abrió sus puertas hace cinco años.
La esencia del establecimiento se mantiene, aunque se ha reforzado la apuesta por la oferta vegetariana en la carta. El principal atractivo del local, además de su decoración vintage y sus sofás y mesitas de madera, sigue siendo la zona para niños del fondo, que permite salir a comer o tomar algo acompañado de los más pequeños. Junto a la extensa carta de cafés, tés, zumos naturales y refrescos, se mantiene la oferta de bollería tradicional y pasteles artesanales.
En los cinco años que ha estado abierta en Alfonso el Sabio, Magnolia Café ha creado escuela: en los últimos tiempos han abierto sus puertas, a solo unas decenas de metros de distancia, La Dent Sucrée y Mon P'ti Café, ambas en la calle Ángel Lozano. Como en el caso de Magnolia, las dos ofrecen zona infantil diferenciada y repostería elaborada. Mientras la primera apuesta por un toque más moderno, la segunda se decanta por el estilo vintage instaurado por Magnolia.
En cuanto al segundo local de la cadena, que abrió en la zona de Playas (en la avenida de la Condomina) con el mismo concepto, por el momento se mantienen la propiedad y el rótulo, según ha podido constatar este diario.
