La alargada sombra de Lucentum: Alicante saca del ostracismo la villa romana del parque Las Naciones

ALICANTE. El solar de 15.000 metros cuadrados que guarda en el subsuelo una villa romana en el parque de Las Naciones (entre la avenida Miriam Blasco y la calle Afrodita, próximo a la zona de la Albufereta) podría convertirse muy pronto en todo un hito cultural y turístico para la ciudad. El Ayuntamiento de Alicante, desde el área de Cultura que dirige el edil Antonio Manresa, planea convertir el yacimiento arqueológico en un museo al aire libre con zona verde. Una iniciativa que, con la ayuda del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico (INAPH) de la Universidad de Alicante, sacará del ostracismo esos restos que hasta ahora han permanecido ocultos y casi abandonados, a la sombra de la importancia que exhibe la ciudad romana de Lucentum, muy próxima a este enclave.

“Es uno de los yacimientos más importantes de la ciudad”, afirma José Manuel Pérez Burgos, jefe del departamento de Patrimonio Integral del Ayuntamiento de Alicante. Un tesoro de enorme valor que había caído en el olvido, hace más de 20 años, cuando se llevó a cabo la última intervención para delimitar y vallar el perímetro. Desde entonces, su estado ha ido deteriorándose por el paso del tiempo y los actos vandálicos. Ahora el objetivo del Consistorio es que ese solar, repleto de suciedad y en un estado calamitoso, pase a ser un gran activo para la ciudad sacando a la luz sus riquezas patrimoniales al estilo de lo que ha supuesto la villa romana musealizada de Alfaz del Pi en el museo al aire libre del Albir.

Hasta allí se desplazaron hace unas semanas tanto Manresa como el concejal de Medio Ambiente, Manuel Villar, área desde la que se acometerán las primeras intervenciones de limpieza y acondicionamiento del terreno. El objetivo de la visita fue conocer de cerca la transformación y el funcionamiento de estos restos arqueológicos que han supuesto para el municipio alicantino de Alfaz del Pi todo un atractivo turístico, acumulando numerosas visitas de público local y extranjero. Precisamente por eso, esta iniciativa se abordará igualmente con la colaboración del Patronato de Turismo, que dirige la edil Mª Carmen Sánchez, con el objetivo de impulsar esta zona como elemento icónico de la ciudad.

Esta área se incluye en el catálogo de protecciones como Bien de Interés Cultural con protección integral, pero hace décadas que no se le prestaba la atención que merecía, “desde las primeras hazañas de excavación en los años 80 y 90”, concreta Pérez Burgos. La antigua finca agrícola forma parte del ‘territorium’ de la ciudad romana de Lucentum en cuyas proximidades se levantaban este tipo de granjas o villas, las cuales “indican la importancia que tenía la ciudad a la que pertenecían”, afirma el técnico municipal, sobre todo entre los siglos II y III. Exactamente, pertenece a una extensión cronológica que transcurre entre el siglo I, en época altoimperial, hasta el siglo IV-V, en la era tardoimperial. 

Es uno de los yacimientos de villa rural más importantes de la provincia de Alicante. “Cuenta con dos zonas diferenciadas, una residencial o ‘pars urbana’ en la que se aprecian varios restos de viviendas y habitaciones, mientras que también cuenta con otra ‘pars rustica’ en la que encontramos un ‘torcularium’ o presa de aceite”, describe Pérez Burgos. En breve se iniciará la fase de diagnóstico, que consistirá en el arreglo del vallado perimetral, una limpieza superficial, el desbroce de todo el solar y la delimitación de la fase arqueológica. 

En este último apartado se optará por la figura de la reserva arqueológica para preservar algunas zonas para futuras actuaciones. De esta forma, se dejarán parte de las investigaciones para más adelante centrando el objetivo en la zona que ya cuenta con restos exhumados. “Hay que poner en valor todos esos hallazgos que habrá que restaurar, acondicionar y consolidar con nuevas campañas de excavación aledañas”, explica el técnico.

Para esa fase inicial se contará con un georradar con el que detectar el estado de las estructuras arqueológicas, también las del subsuelo. “Con toda la información se extraerán una serie de conclusiones con las que después se elaborará un informe que estará listo a finales de este año y, con esas conclusiones, abordaremos las sucesivas campañas de excavación”, avanza. De esta forma, la idea es que la mitad del solar se quedaría como reserva arqueológica, con un área multiusos y zona verde, guardando en el subsuelo una riqueza patrimonial para el futuro, mientras que la zona musealizada aglutinará la otra mitad del solar en la que ya se encuentran bastantes restos arqueológicos exhumados a los que se añadirán nuevos descubrimientos con varias intervenciones inmediatas.