Acusados en el juicio del Caso Brugal. Foto: PEPE OLIVARESORIHUELA. Cuarto y último día de declaración del inspector de a UDEF en Alicante, en el juicio del Caso Brugal. La última intervención del que fue supervisor y coordinador de las pesquisas para averiguar posibles amaños en los contratos de la gestión de las basuras de Orihuela, ocupó solo parte de la mañana de ayer. Hubo tiempo para que la letrada de la empresa Sufi, el abogado que representa a Antonio Lidón y José Manuel Cutillas, y la defensa de Jorge Sanz plantearan sus cuestiones al testigo. Cuestiones que, entre otras dejaron algunas respuestas destacables, como la que el testigo le dio al letrado Antonio Martínez Camacho al preguntarle "¿es delito que los interlocutores usen palabras en clave o lenguaje coloquial en sus conversaciones?". El inspector de la UDEF repondió que "no, pero sí nos parecía relevante que, a veces, ni ellos entendían. Estaba claro que no era un lenguaje habitual entre ellos". Por lo que deducen que el uso de esas palabras clave para designar otras cosas de las mencionadas estaba urdido para esconder los hechos reales y que no pudieran ser identificados.
Durante sus preguntas, el letrado de Jorge Sanz intentó hacer ver que las acciones realizadas y captadas por la investigación, con respecto a su defendido eran acciones dentro de la legalidad. EL testigo aseguró que a Sanz se le investigaba por otros hechos sospechosos de no ser legales y que les llamó la atención la "irrupción de Sanz, el momento en el que llegó y lo que costó determinar su labor real, porque "de las escuchas se desprendía que era una cosa, pero también tenía tres empresas a su nombre y era una especie de asesor". En cualquier caso, para el agente Sanz "no figura en esta causa por intentar obtener financiación para camiones. Es para otros motivos", y que era estrecha la colaboración de Sanz con los hechos que investigaban, eso era lo que hacía relevante apuntar sus acciones.
La próxima semana se reanudarán las declaraciones de testigos, en concreto los días 4, 5 y 6 de junio. Y continuarán, semana tras semana sucediéndose de martes a jueves. Los testigos de la semana que viene serán previsiblemente, dos -dependiendo del tiempo que Fiscalía y defensa necesiten para realizar las cuestiones. Estas personas son agentes que estuvieron, asimismo, involucrados en la investigación y tenían responsabilidades sobre ella. EL segundo de los agentes también fue inspector y responsable de parte de las pesquisas. Asimismo, un agente que debía haber declarado ayer, según las previsiones, y que debía viajar desde Canarias, lo hará en unas dos semanas, por problemas que le han permitido dispensar su asistencia en estos momentos.
El inspector, afirmó, entre otros hechos relevantes en los últimos días que, habría al menos una "afinidad de intereses" entre Fenoll y el exconcejal Jesús Ferrández para favorecer los intereses del empresario en torno a la adjudicación del contrato. Además, que, en base a conversaciones entre los exediles oriolanos Joaquín Ezcurra y Jesús Ferrández, había una estrategia para intentar "gestiones de todo tipo para paralizar el concurso de la contrata de basuras". Apuntó a que, a raíz de la firma de una factura, la UDEF pudo comprobar que una trabajadora de la UTE era prima directa del exedil Manuel Abadía.Que el que fue concejal oriolano era sospechoso de realizar acciones tendentes a favorecer contratos para Ángel Fenoll.
Otra cuestión concluída a raíz de la declaración del agente de la UDEF es que, hasta marzo de 2006, no habría aparecido ninguna objeción al pliego y proceso de la contrata de basuras. Que fue a partir de aquel momento cuando se planteó la posibilidad de dejar desierto el concurso, o al menos, no recuerda que se hubiera barajado antes. Para el testigo, la rueda de prensa y filtración de conversaciones fue el detonante.
Además, señaló que "detectamos tácticas de familia Fenoll, auxiliada por otras personas, para crear una estrategia de presentar doble oferta y hacerse con la contrata". Otro de los puntos clave para el agente de la UDEF es que, tras anunciar que el concurso podría quedar desierto, captaron una llamada entre el empresario Rafael Gregory y Ángel Fenoll en la que se apuntaría a una estrategia del empresario oriolano para conseguir testaferros con los que poder presentarse a la contrata. El agente detalló que, según sus investigaciones, pretendieron montar una UTE con nombres nuevos y empresas ya en marcha, pero desconocidas, para controlarlas, cambiar su nombre, y presentarse al concurso. Apunta el testigo que Jorge Sanz, poco conocido entonces en Orihuela, sería una de las personas en quien pensaron para ser el testaferro. Según la declaración, querrían crear la UTE para que Fenoll las controlara pero que su nombre no figurara.
