Agentes de Policía Local de Alicante, en labores de vigilancia en una terraza hostelera, en imagen de archivo. Foto: RAFA MOLINA ALICANTE. Los empresarios del sector hostelero de Alicante exploran la vía de la negociación antes de abordar la presentación de alegaciones y posibles recursos en los juzgados frente al recorte de horarios de funcionamiento de los veladores (terrazas) que contempla la actualización de la Ordenanza de Ocupación de Vía Pública. Las tres asociaciones que representan a la mayoría de los establecimientos en la ciudad, APEHA, ARA y Alroa, prevén mantener este jueves un encuentro de trabajo (promovido a petición propia) con representantes del equipo de gobierno, del Partido Popular (PP), con el propósito de trasladarles cuál es su posición inamovible respecto a las novedades introducidas en esa regulación a partir de tres ejes esenciales.
En primer lugar, los responsables de las tres organizaciones pretenden trasladar al equipo de gobierno que no aceptarán otra medida que no consista en la continuidad de los horarios de funcionamiento fijados en la regulación precedente, de 2014. Es decir, que -con carácter general- los veladores puedan permanecer instalados hasta la 1:00 horas de domingo a jueves y hasta las 2:30 los viernes y sábados durante el periodo de invierno, y hasta las 2:30 los siete días de la semana en el periodo de verano.
O lo que es lo mismo, que se revierta la reducción prevista en el texto que quedó aprobado de forma inicial en el pleno del pasado mes de julio -ahora todavía en fase de exposición al público, tras una primera publicación errónea- por la que se minoran horas de actividad. En concreto, con esa regulación, se prevé el cierre a las 00:00 horas de domingo a jueves y a la 1:00 los viernes y sábados, en invierno; mientras que en verano se amplía hasta la 1:00 de domingo a jueves, y hasta la 1:30 horas los viernes y sábados.
A juicio de los representantes del sector, esa modificación horaria se habría adoptado de manera general para todos los barrios de la ciudad "en perjuicio del conjunto de los empresarios" sin que exista evidencia de posibles problemas respecto a la generación de ruidos por la concentración de locales salvo en algunos puntos concretos de determinados barrios, como el Centro Tradicional y el Casco Antiguo. De ahí que el segundo eje central de su posición sea plantear al equipo de gobierno que, en todo caso, se apuesta por estudiar medidas concretas para abordar soluciones en esas zonas específicas, ya sea a través de la Ordenanza del Ruido o mediante la aprobación de planes de ordenación de veladores ajustados a las particularidades y circunstancias de cada zona.
Por último, el tercer eje en el que se fundamenta su posición consiste en reclamar una extensión del periodo concebido como temporada estival respecto a lo previsto en la revisión de la ordenanza. En concreto, el sector considera que debería alargarse como mínimo desde el mes de junio hasta pasado el 12 de octubre al ser el periodo en el que sigue registrándose una bonanza en las temperaturas y una mayor afluencia de visitantes a la ciudad. El nuevo régimen incorporado en la ordenanza aprobada en julio solo contempla la aplicación de horarios de verano entre el 1 de junio y el 15 de septiembre.
La aplicación de cualquier otra medida que no se ajuste a esos tres ejes centrales supondrá el rechazo del conjunto de los asociaciones y se traducirá en la presentación de alegaciones, primero, con la posibilidad de que se dé inicio a impugnaciones en vía judicial frente a la nueva regulación municipal, después.
Así lo anticiparon sus representantes antes de que la actualización de la ordenanza se debatiese en el salón de plenos, que incluso descartan que la opción de poder instalar veladores en las bandas de aparcamiento pueda ser una medida positiva para el sector, en la medida en que, según los cálculos iniciales de los empresarios, serán muy pocos negocios los que puedan acogerse a esa posibilidad, una vez excluidas las calles en las que esté implantada la ORA o zona azul, así como las calles del Centro Tradicional, del Casco Antiguo y del Raval Roig, como contemplaba la enmienda registrada por Compromís que acabó siendo aceptada por el PP.
Ese es, de hecho, el camino que algunas organizaciones como Alroa ya emprendieron en el caso de la Ordenanza de Ruido, aprobada de forma inicial en abril de 2023, frente a la que la misma asociación ya presentó alegaciones -como preludio de un posible recurso contencioso-administrativo posterior- que todavía permanecen pendientes de una propuesta de resolución definitiva, junto a las presentadas por distintos colectivos vecinales.
Por lo pronto, no se prevé que en el encuentro pueda llegar a debatirse, precisamente, sobre las medidas de control frente al ruido, como habría contemplado el equipo de gobierno. Como mínimo, los responsables del sector de la hostelería consultados mantienen que el conflicto del ruido no figura entre los motivos por los que se reclamó la celebración de la cita, ya que se solicitó para tratar de forma específica sobre la ordenanza de Ocupación de Vía Pública, según fuentes consultadas.
