BENIDORM (EFE). La patronal hotelera Hosbec ha vuelto a poner de manifiesto su “oposición con matices” a la liberalización de la autopista AP-7, que entrará en funcionamiento a partir del 1 de enero.
La secretaria general de la patronal, Nuria Montes, ha indicado este lunes, en declaraciones a Efe, que comprenden "el hastío de las personas que viven en el área de la autopista”, pero ha añadido que no les "parece buena idea la liberalización a las bravas”.
Hosbec lo argumenta en base a que en todos estos años “no se ha mejorado la N-332 a su paso por las dos Marinas, ni hay Tren de la Costa”, lo que hace que la autopista sea la única vía “moderna y segura” con la que contamos. La liberalización provocará, ha vaticinado Montes, que se desvíe buena parte del tráfico pesado que utiliza otras carreteras y ello puede conllevar que, “al final, se colapse al igual que ya ocurre con la A7 de Alicante a Murcia”.
Una de las consecuencias será que “estaremos más lejos del aeropuerto porque los tiempos de transporte serán mayores y, por lo tanto, se condicionará la seguridad”, ha apuntado.
Por otro lado, la secretaria general de Hosbec ha recordado que el mantenimiento de la vía “seguirá costando lo mismo, 200 millones al año, con la diferencia que ahora lo tendrá que asumir el Estado”. Ese gasto, en su opinión, puede condicionar “la realización de futuras infraestructuras que necesita la provincia” de Alicante.
No obstante, Montes considera que en breve plazo se introducirán “peajes blandos” en todas las autopistas y autovías, que contribuirán a afrontar el mantenimiento de dichas infraestructuras “y serán más justos porque pagarán todos los usuarios de autovías y autopistas