BENIDORM. La patronal hotelera de la Comunitat Valenciana, Hosbec, ha elaborado un protocolo de actuación para cuando se inicie el proceso de 'desconfinamiento' y se puedan abrir los hoteles. De este modo, han previsto cuatro escenarios que varían según el grado de control sobre la pandemia en España. Para cada una de estas fases, han incluido medidas de protección y seguridad sanitaria que se tendrían que adoptar en los establecimientos atendiendo a sus propias características.
Así, para el primer escenario –que es el más restrictivo– respondería a un servicio de alojamiento para necesidades de otras empresas, pero que en nada tendría un componente turístico, tal y como señala la secretaria general de Hosbec, Nuria Montes. En esta primera fase, el contacto entre el cliente y el trabajador es "inexistente, incluso se plantea hacer un check-in online", apunta.
Al mismo tiempo, los procedimientos de limpieza serán muy exhaustivos, que tendría que incorporar medidas como dejar libres durante tres días las habitaciones que han sido utilizadas por clientes. Montes señala que los diversos estudios indican que el coronavirus Covid-19 puede sobrevivir hasta ese tiempo en determinadas superficies, por lo que es una forma adicional de asegurarse la higiene y volver a alojar a alguien. Además, informa que "los servicios de confort son muy limitados" incluso sin hacer el cambio de sábanas a diario –del mismo usuario– para evitar contagios.
Para el segundo escenario habría cierto control de la pandemia, pero sigue estando en una situación problemática. Montes explica que comenzaría a funcionar algunos servicios del hotel. En este sentido, se contempla que la restauración sea de autoservicio, a través por ejemplo de máquinas vending. En esta ocasión, el contacto entre trabajador y cliente sería limitado, encajando más con el turismo de interior, según señala Montes. Sin embargo, reseñó que todo tendrá que acoplarse al diseño que hagan para el final del confinamiento, porque será necesario que haya puntos donde el cliente pueda comer fuera.
Para el tercer escenario se plantea que el control de la pandemia sea estricto, pero no total. Con ello, se pretende la apertura de algunos servicios hasta ahora cerrados, como los bufés, pero modificados. "No pensamos que vaya a desaparecer, el servicio asistido es más seguro que el servido en mesa", apunta Montes. Así, señala que habrá comedores que tendrán que adaptarse, para separar dos metros las mesas y sillas, lo que conllevará que se amplíen los horarios con el objetivo de dar comidas a todos los clientes.
Por lo que respecta a la limpieza, se incluirán todos los espacios del establecimiento y de manera permanente. El uso de los ascensores será restringido, por lo que no podrán compartirse entre diferentes unidades familiares, y solo se permitirá que sea entre personas que se alojan en la misma habitación.
Por último, está el cuarto escenario, donde habrá una vacuna o se pueda tener un control exhaustivo de la pandemia a través de, por ejemplo, test masivos a la población. En esta ocasión hay que "asegurar que las personas que viajan son personas sanas", apunta Montes. En este sentido, los clientes tendrán que conocer las normas para evitar contagios, mientras que los hoteles tendrán un procedimiento establecido para actuar en caso de que tengan a un positivo por Covid-19.
Todo ello estará pendiente de las medidas que adopten desde el gobierno de Pedro Sánchez, que irá planteando la forma de volver a la normalidad tras semanas de confinamiento. La intención es que el Ministerio de Sanidad y la Generalitat estudien este documento para adaptarlo según los criterios sanitarios y de seguridad que consideren, y así ganar tiempo y aportar una voz experta que venga desde el propio sector, que conoce el funcionamiento de los hoteles y todo el desarrollo de su actividad.
"No hemos contemplado inversiones arriesgadas", señala Montes, en relación a la colocación de mamparas, u otras instalaciones como arcos desinfectantes, que según explica, aún no se han demostrado su efectividad. Por eso, dice, han apostado por lo que sí tiene validez, como es la limpieza continua de todas las superficies. Además, prevén que en el kit de bienvenida para los clientes, se incluya mascarillas, guantes y gel hidroalcohólico.
Pese a que todo sigue siendo una incógnita hasta que el Gobierno detalle cómo será la desescalada y el futuro calendario de posibles aperturas, las cadenas hoteleras ya preparan su vuelta a la actividad. Algunas tienen ya su mirada puesta en junio como escenario factible, aunque todo sigue en el aire.
Desde la firma valenciana Comatel, su presidente, Fidel Molina, reconoce que la situación es de total incertidumbre, pero ya prevén diferentes escenarios para abrir dando seguridad y confianza al cliente. El horizonte más optimista sería volver el 15 de junio de forma escalonada, es decir, primero retomando la actividad en uno de sus establecimientos y, en dos o tres semanas, abrir otro. Así sucesivamente. Eso sí, siempre y cuando lo permita la administración.
Como medidas, ya trabajan en la señalización de sus instalaciones para poder garantizar distancias de protección y ofrecer una estancia confortable a la vez que segura. "No creo que la gente a nivel nacional se vaya fuera. La gente querrá coger el vehículo propio y, por eso, ahora hay que apostar por el turismo nacional. Necesitamos que la administración nos permita abrir con una serie de seguridades claras", afirma Molina. La temporada 2020 la da por perdida y ahora considera que el Ejecutivo debe ayudar a los empresarios hoteleros para minorar la merma de ingresos.
También desde SH Hoteles tienen su mirada puesta en el sexto mes del año. Aunque no reciben nuevas entradas, las reservas para los meses de verano se mantienen. "No están entrando nuevas, pero es cierto que no se están cancelando las que ya teníamos para julio y agosto. Habrá un efecto champán cuando se permitan los desplazamientos de una comunidad a otra", confía el director general de la cadena, Javier Vallés.
La compañía ya trabaja en un regreso a la actividad con tarifas más flexibles en cuanto a cancelaciones, aunque con muchas dudas por la indefinición de la situación. Por ello, insiste en la importancia de ese protocolo para el desconfinamiento en el que se precise las medidas que se deben de adoptar para garantizar que los alojamientos son 'Covid-19 free'. "Ahora tenemos que vender que España es un destino seguro. Ya estamos por detrás de muchos otros países. Tenemos que transmitir confianza en la marca España", subraya.
"La temporada de verano la damos ya por muerta", asegura Juan Carlos Sanjuan, CEO de Casual Hoteles. "El escenario es incierto y necesitamos que el Gobierno se tome en serio el turismo", subraya. La firma de alojamientos tematizados confía en poder abrir sus puertas este verano, para poder minimizar las pérdidas del negocio, aunque reconoce que ya hay compañías vacacionales que les han trasladado su decisión de permanecer con la persiana bajada ante la falta de clientes. "Si no entran reservas, para muchos abrir no merecerá la pena", lamenta para urgir al Gobierno y a Europa a dar "un paso hacia adelante" y definir las medidas para el turismo.
Desde la cadena Magic Costa Blanca todavía están en stand by a la espera de lo que dictamine el Gobierno. "En el momento que podamos montar operativo, lo haremos. Todavía es todo muy incierto y no hay ninguna certeza. Llegan informaciones contradictorias", indican. Eso sí, las reservas siguen en pie y no han acusado anulaciones para este verano.
