betancourt inyecta 30 millones para cubrir las pérdidas de años anteriores

Hawkers vuelve a dar beneficios cuatro años después: factura 27 millones y gana medio en 2019

3/07/2020 - 

ALICANTE. El golpe de mano del inversor venezolano Alejandro Betancourt en la firma ilicitana de gafas de sol Hawkers ha surtido efecto. Después de cuatro años en pérdidas, la startup ha logrado en 2019 volver a cerrar un ejercicio con beneficios. Concretamente, con medio millón de euros netos. Por el camino, la salida de los cuatro fundadores, el fichaje de un nuevo CEO, Nacho Puig, especialista en retail, un cambio de concepto de la marca y una nueva estrategia con menos Facebook y más tiendas físicas.

Pero no ha sido fácil. Hawkers consiguió volver a números negros en 2019 con menos ventas, tal como reflejan las cuentas anuales de Play Hawkers SL depositadas en el Registro Mercantil, pero además su nuevo dueño ha tenido que rascarse (otra vez) el bolsillo para cubrir las pérdidas acumuladas durante casi un lustro. Así, antes de cerrar el ejercicio convirtió un préstamo de 30 millones concedido a Hawkers por la matriz del grupo (Saldum Ventures), para reforzar en idéntica cantidad los recursos propios de la sociedad. De esta forma, la empresa pasó de tener un patrimonio negativo de 14,7 millones en 2018, a uno positivo de 15,8 millones. Y evita así la causa de disolución que supone el desequilibrio patrimonial.

En cuanto al negocio, Hawkers facturó en 2019 un total de 26,95 millones de euros, casi un 20% menos que el año anterior (en 2018 ingresó 33,05 millones), pero sin embargo logró anotarse un beneficio de 470.000 euros. Un año antes, el ejercicio finalizaba con 2,8 millones de pérdidas, y un 'agujero' acumulado durante los últimos años de 14,3 millones de euros. La buena noticia para Hawkers es que el beneficio neto final no obedece a operaciones financieras: el resultado de explotación ascendió a 1,1 millones de euros, cuando en 2018 era de -7,5 millones.

Tienda física de Hawkers en el centro comercial l'Aljub, en Elche. Foto: AP

Según explica el informe de gestión adjunto a las cuentas, las medidas puestas en marcha para revertir la situación han sido la optimización de la cadena de suministros, la mejora de los costes logísticos, la maximización del retorno de la inversión en marketing (una de las claves del negocio, y por donde se iba el dinero en los años anteriores), y la monitorización y análisis exhaustivo con cuadros de mandos y certificación de los objetivos marcados. Esta combinación de ajustes en los gastos de explotación (también se redujo el gasto en salarios en medio millón) y control exhaustivo ha permitido maximizar la rentabilidad del negocio "sin devaluar la marca ni la base de clientes", indica el informe.

Hawkers entró en pérdidas en 2016, el mismo año en que llegó Betancourt con el fondo O'Hara Financial, tras haber ganado un millón el año anterior. Y lo hizo a pesar de facturar 31 millones de euros (en público se hablaba de 40, y se prometían 100 para el año siguiente). Desde entonces, no había logrado volver a números negros y el agujero se fue haciendo cada vez más grande. Y Hawkers dejó de presentar sus cuentas en el Registro. Tras una segunda ronda de financiación en 2018, en la que el venezolano tomó el control total de la empresa con otros 20 millones, el equipo fundacional comenzó a salir de las responsabilidades de gestión, y en 2019 aterrizaba Nacho Puig como nuevo CEO para darle la vuelta a la tortilla. 

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